A las 20:30 del viernes 30 de agosto del 2024, varios sujetos armados sorprendieron a tiros a un hombre que caminaba por las calles Guayacanes y Miraflores, en Naranjal, cantón del Guayas.

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Los disparos también alcanzaron a un niño de cinco años. Sus padres rápidamente lo llevaron al hospital cantonal, con el afán de que lo salven, pero los galenos de turno confirmaron su muerte.

La Policía investiga si el hombre asesinado tiene o no procesos judiciales y por qué lo acribillaron. Pero el deceso del chiquillo fue lo que más conmocionó a la ciudadanía. 

Yuli, una de las mujeres que habita en ese barrio, se mostró muy conmovida por la muerte del pequeño. Ella lo conocía, al igual que a sus parientes. "El hijo de los vecinos estaba en un local de comidas cuando se inició la balacera y los tiros lo alcanzaron. Estos malditos sicarios disparaban para todos lados, ya en nuestro cantón no hay paz y nadie hace nada", rechazó.

Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased), hasta este sábado 31 de agosto realizaban varias pericias para confirmar en qué fugaron los gatilleros, si iban a bordo de una motocicleta o un vehículo.

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Moradores del lugar, que por miedo a represalias no se quisieron identificar, manifestaron a EXTRA que el hombre fallecido presuntamente sería hermano de un sujeto que está recluido en el Centro de Privación de Libertad de Guayaquil. Se sospecha que este ataque armado está relacionado a un ajuste de cuenta o venganza. 

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