Azucena, ha vivido toda su vida en las calles 18 y Brasil, en el suburbio de Guayaquil, una zona conocida como ‘La 18’ o el barrio de la tolerancia. La madrugada de ayer, este sector se convirtió en el escenario de un acto violento que dejó un saldo de un muerto y decenas de heridos.

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La señora, de 57 años, no solo fue testigo de la tragedia, sino que también desempeñó un papel crucial para evitar más víctimas. Con valentía, abrió las puertas de su casa para brindar refugio a los heridos.

La víctima mortal es Andy Alberto Litardo Plúas, de 23 años, vecino de Azucena. El joven vivía a una cuadra del lugar de los hechos. Andy, padre de dos niños de apenas uno y dos años, estaba compartiendo con amigos cuando ocurrió el ataque.

Según testigos, los agresores, armados con pistolas y fusiles, llegaron en una camioneta doble cabina gris, una motocicleta y una tricimoto, disparando a quienes se encontraban dentro y fuera de los negocios. Andy intentó huir, pero fue perseguido y rematado en el piso.

“Fue una noche de terror. Estaba dormida. Mi cama está cerca de la puerta que da a la calle. Escuché una ráfaga de tiros y luego gritos: ‘¡Auxilio, auxilio, nos están matando!’. La gente golpeaba las puertas pidiendo ayuda. No podía dejar que los mataran, así que abrí. Eran dos hombres y dos mujeres con heridas de bala en las piernas y los brazos. En total, calculo que hubo unos 40 heridos”, relató Azucena.

Testimonios y sospechas

Otra residente señaló que los responsables del atentado serían miembros de la banda criminal Los Duendes y que un delincuente, conocido como el Chulo David, sería el autor intelectual del ataque, que estuvo a punto de convertirse en una masacre.

“No solo dispararon a quienes estaban en la calle, también se metieron en los locales. Disparaban sin piedad a todo el que se les cruzara. El número de muertos pudo haber sido mayor. La gente gritaba: ‘¡No nos maten!’. La policía llegó cuando todo había terminado, y eso que al frente hay una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), pero siempre está vacía, solo de adorno. Hace tres meses ocurrió algo similar”, expresó la lugareña.

En la escena, los agentes de Criminalística levantaron 42 vainas percutidas, calibre 9 mm, seis vainas calibre 3.80, tres vainas de calibre 5.56, dos vainas calibre 2.23, un cartucho calibre 3.80, cuatro balas deformadas y un celular.

El coronel Édison Molina, jefe del distrito Portete, que registra 200 asesinatos a 29 días de finalizar el año, explicó que la violencia en esta zona ha aumentado debido a los enfrentamientos entre bandas criminales.

“Aquí se enfrentan Los Freddy Krueger, liderados por alias Freddy Navarrete, y Los Duendes, cuyo cabecilla, alias Chilly Willy, está recluido en la Penitenciaría del Litoral. Este límite territorial es el epicentro de sus disputas”, explicó.

Molina destacó la necesidad de cerrar los bares que operan hasta las 04:00 y que suelen ser puntos de reunión para personas de dudosa procedencia. Añadió que se coordinó con la Intendencia y la Comisaría para clausurar estos locales, que se han convertido en focos de violencia.

“No solo se trata de un control policial, sino de un trabajo conjunto con autoridades de control para recuperar el espacio público y devolver la tranquilidad a la comunidad”, concluyó Molina. (AEB)