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El fiscal César Peña revisa los archivos encontrados en la estantería de su despacho.Stalin Carrión

Archivos que estremecen al cantón El Triunfo

En cuatro meses, en El Triunfo, se han descubierto cinco hechos abominables. El fiscal César Peña es quien "desempolva" estos casos.

El cantón El Triunfo, en el sureste de Guayas, había captado la atención de las autoridades por la gran cantidad de muertes violentas que se registraron entre 2015 y 2017, presuntamente ordenadas por un sujeto apodado Junior, desde la antigua Penitenciaría del Litoral, de Guayaquil.

Los investigadores enfocaron sus esfuerzos en debilitar esa organización y lo consiguieron, tras dos intervenciones integrales. Sin embargo, mientras operaban para reducir los asesinatos, otros crímenes se cometían sin que se alcanzara justicia, como algunos delitos de violación.

El 10 de abril de 2017, la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) desarticuló la banda de alias Junior, dedicada al tráfico de drogas y al sicariato.

Ese día, se cumplía un año de que saliera a la luz el caso de dos hermanas, de 11 y 12 años, quienes fueron agredidas sexualmente presuntamente por su padrastro, con la aprobación de la madre de las niñas, como lo reportó EXTRA en su edición de ayer.

El caso fue descubierto en la escuela a la que asistían las menores de edad, porque sus docentes notaron un cambio en su actitud. Tras una conversación con especialistas, se desveló cómo las pequeñas eran abusadas de manera constante.

“Lo más horroroso de este caso es que la madre participaba en el hecho dando pastillas a su hija (mayor), para que no terminara embarazada de su actual pareja, del padrastro”, sostiene el fiscal de El Triunfo, César Peña Morán.

En flagrancia no hubo forma de detener a los sospechosos, porque se enteraron de que la Policía iba por ellos y fugaron, supuestamente a Santo Domingo, según la información recabada por los investigadores.

No obstante, ellos no fueron localizados, pues el expediente del caso quedó en una estantería de metal de la Fiscalía local y no fue abierto sino hasta llegada del fiscal Peña, quien se ha dedicado, desde mayo pasado, a revisar los 280 casos de violencia de género que existen en su archivo.

En este localidad no existe un médico legista para este tipo de casos. Las víctimas deben viajar a Milagro o Guayaquil.

Es por eso que ha dado trámite a este y otros cuatro casos que él califica como “estremecedores”, por el modo en el que se cometieron. Pero aún le quedan por revisar al menos otros 40.

La pareja fue detenida el pasado viernes y durante el allanamiento el operador de justicia vio al hombre y a su hija, de 5 años, semidesnudos, en actitud sospechosa. Es por eso que la pequeña no quedó en manos de otros familiares, sino bajo tutela del Estado.

El fiscal rememora que los otros casos que descubrió, tras revisar los archivos, le han causado terror. Uno es el de una adolescente, de 16 años, quien era abusada sexualmente y golpeada en el cráneo por su padre.

Ella resultó embarazada y por temor no denunciaba lo sucedido. Su madre también era maltratada, señala Peña.

“Ese caso lo conocimos el 20 de agosto y ya está detenido el sospechoso. Y al día siguiente descubrimos otro, que había iniciado como una investigación de desaparición de una chica de 13 años, que al ser encontrada por los agentes contó que no quería volver a casa, porque su padrastro la violaba y que, incluso, su mamá la obligaba a tener relaciones al mismo tiempo con ella (en trío)”, explica.

En ese caso, la progenitora presuntamente grababa las escenas con su teléfono celular. Ella y su marido fueron procesados por violación, pero en las próximas semanas se les realizará otra audiencia por el delito de pornografía infantil.

“Otro suceso espeluznante fue uno ocurrido en enero de este año y por el que el 26 de octubre tendremos una audiencia en el Tribunal de Milagro. Se trata del caso de la madre que prostituía a sus cinco hijas, de entre 11 y 18 años, a cambio de 20 dólares”, menciona el operador de justicia.

Por ese proceso están detenidos la madre y el padrastro, pero un tío aún se encuentra prófugo.

Yerno le “tenía ganas”

Entre los expedientes también está el de una mujer, de 78 años, quien fue presuntamente violada por su yerno, de 68 años.

“Este caso lo vimos hace aproximadamente tres meses. En su versión, la mujer nos relata que cierto día su pariente se quedó a solas con ella y le dijo: ‘siempre te he tenido ganas’. De ahí, la cargó, la lanzó a una cama y abusó de ella”.

En este caso, el fiscal no ha podido avanzar ni generar una boleta de detención en contra del sospechoso, porque falta algo primordial: el examen médico forense que compruebe científicamente que fue ultrajada.

“Y no es que la señora no se lo quiera hacer. El problema es que en El Triunfo no existe un legista para este tipo de casos. Las víctimas tienen que viajar a Milagro o a Guayaquil, pero allá deben esperar. En este último caso, la perjudicada es de un sector rural y tiene miedo a viajar”, comenta el fiscal.

Incestos

Al fiscal César Peña también hay otra situación que le ha llamado la atención.

“He notado que para algunos el incesto (relación entre parientes) es algo normal. Hace pocos días llegó a mi despacho una chica, de 16 años, traída por la Policía, que tenía relaciones con un hombre, de 40 años, y cuando dispuse que se hiciera un examen, ella se negó a hacerlo”, sostiene el fiscal.

Peña cuenta que la adolescente le dijo: “él es mi marido y punto. No me voy a hacer ningún examen. No se metan en mi vida”.

“Ellos lo ven como algo común, se oponen a seguir con el caso y no se les puede obligar a practicarse las pericias. No es el primer caso que se nos presenta, ya hemos tenido varios”, indica.

Y concluye que “se deben hacer campañas, para hacer conciencia de lo que es correcto, porque en el incesto debe quedar claro que tener relaciones con un menor es delito, pero los padres, a veces, con chicas de 15 años, no quieren seguir con el caso porque ellos también lo ven como normal”.

Junta cantonal se ha reunido por el tema

La Junta de Protección de Derechos de la localidad se ha reunido con representantes de Derechos Humanos, de la Fiscalía, Judicatura y Ministerio de Salud, entre otras entidades, para tratar la situación por la que atraviesa el cantón.

Así lo confirma una de las tres miembros principales, Beatriz Salazar.

“Se está solicitando un médico legista. El alcalde (David Martillo Pino) y concejales ya tienen el sitio para cuando este sea asignado y pueda trabajar”, detalla la funcionaria.

Además, menciona que al tener conocimiento de un caso actúan con medidas de protección, tanto familiares, con la ayuda de especialistas, como institucionales, que contemplan la búsqueda de una casa hogar, para alejar a las víctimas del peligro.

Salazar sostiene que se realizan campañas de difusión con información acerca de estos temas, pero aclara que en ocasiones no pueden actuar, porque los hechos no se informan a las autoridades.

Sin embargo, aclara que de conocer un caso, ellos asesoran a las personas afectadas e incluso les redactan las denuncias.

Hay falta de información

Para Eva Cruz, psicóloga clínica y educativa de la localidad, la falta de información es parte del problema. “El no tener conocimiento causa daño. Debemos brindar esta información a niños, adolescentes y a sus padres. Que quede claro que nadie los debe tocar. Deben denunciar”, enfatiza.

Además, indica que hay que tener cuidado, porque el abusador está en el entorno de la víctima. “Ellos manipulan, chantajean. También se les hace fácil atemorizar a las víctimas, para callarlas”, añade.

Por los casos de El Triunfo, comenta que existen padres cómplices, pero no tiene claro las motivaciones, aunque su hipótesis es que “lo hacen, a veces, por dependencia económica o por falta de educación o cultura. Hay mujeres que no saben luchar por sus hijos y por un bocado de comida o por una estabilidad, entre comillas, venden a sus propios hijos”.