Presentar mucosidad, dolor en la garganta, entre otros síntomas seguro te preocupan, pero primero mantén la calma, pues no necesariamente estás contagiado de la nueva variante ómicron, sino padecer de una gripe común.

¿Cómo saberlo? Por medio de los síntomas (ver gráfico), manifiesta el epidemiólogo y catedrático Mario Paredes, quien recomienda, sea cual sea la patología viral, acudir al médico para la respectiva valoración, la misma que considera debe de ser presencial.

“Luego de eso, es necesario que se realice una prueba de PCR para determinar si hay la presencia del ómicron. No asustarnos, sino procurar la tercera dosis, pues todos somos susceptibles de un contagio”, expresa el galeno.

‘Pilas’ puedes padecer ambas

La mayoría de las personas tiene la tendencia de suponer que solo padece de una afección y que se enferma de eso, señala Paredes.

“Las patologías bacterianas, virales y parasitarias pueden sobreponerse una a la otra, actuar al mismo tiempo, es totalmente independiente. La gripe estacional, generalmente se produce por los virus de influenza, tipo A, B, H1N1 y el ómicron que es un coronavirus, las dos entidades virales presentan diferentes sintomatologías y cuadros clínicos, tranquilamente su cuerpo las puede captar en el mismo momento”, sostiene el experto, quien hace hincapié a no automedicarse porque podría complicarse el caso.

Full agua y bebida caliente

La hidratación es clave, al igual que tomar líquidos calientes.

“Todas las bacterias y virus son termolábiles, no les gusta la temperatura alta. Tomar sopas calientes y té, beneficia. Estas desinflaman la garganta, que es una de las zonas más afectadas. Realice gárgaras con agua tibia y sal, esta última sirve como desinfectante y si estuviera la presencia de alguna bacteria que está esperando que el sistema inmunológico baje, eso le va a ayudar a combatir una probable infección sobreagregada”, explica.

¡A subir defensas!

Tus intestinos deben de estar ‘pepa’, pues el 70 % del sistema inmunológico depende de ellos, por eso los denominan el ‘segundo cerebro’ del cuerpo, ya que allí está la microbiota intestinal (barrera que protege nuestro organismo), dice la nutricionista Priscilla Laferte, quien aconseja subir defensas con la ingesta de frutas y verduras (5 porciones diarias), así el organismo puede luchar contra virus, bacterias e infecciones.

Harto prebióticos

Estos se encuentran en alimentos como el ajo, la cebolla, las alcachofas, el plátano, la miel de abejas, el trigo, los espárragos, entre otros.

Suspende esta ‘jama’

Evita los lácteos, porque favorecen la producción de mocos. La mayoría de los alimentos que contienen azúcares por lo general bajan las defensas.