La oscuridad causada por los apagones programados envolvía las calles G y 25, en el suburbio de Guayaquil. Eran las 22:45 cuando el estruendo de las balas interrumpió el silencio de la noche, despertando a doña Mariana, de 60 años, residente del sector.

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Desde su cama, ella supo que algo grave había ocurrido. Los tiros y los desgarradores gritos de una mujer pidiendo ayuda confirmaban que la violencia había vuelto a la zona. Sin embargo, la ausencia de luz eléctrica le impedía ver con claridad lo sucedido. Con temor, tomó su celular y, utilizando la linterna, salió al portal de su casa.

A pocos metros de distancia, el cuerpo de un hombre yacía junto a su motocicleta. “Solo se veía un bulto, no había luz y todo era tinieblas. La oscuridad se ha convertido en un ‘aliado’ de la delincuencia. Los pillos aprovechan cuando no hay luz para robar y matar. El hombre no era del barrio”, comentó Mariana.

La víctima fue identificada como Edwar Jair Dueñas Lozano, de 23 años. Su conviviente, quien lo acompañaba en la motocicleta, también fue alcanzada por las balas y trasladada de urgencia a un hospital.

Este crimen, ocurrido la noche de este viernes 29 de noviembre, no fue un hecho aislado. Minutos después, otros dos sicariatos se registraron en el distrito Portete, elevando a 199 el número de asesinatos en esta jurisdicción, la cuarta más violenta de la Zona 8.

Con historial delictivo

Edwar Dueñas tenía antecedentes penales por robo: dos en 2022 y uno en 2023. Además, según la Policía, era miembro de la agrupación delictiva Los Águilas, aliada a Los Choneros.

Una fuente policial indicó que la pareja fue interceptada por una motocicleta negra ocupada por dos sujetos de contextura delgada y tez oscura.

“Los atacantes dispararon mientras se desplazaban, provocando que Dueñas perdiera el control de su moto y chocara contra un fierro. Luego, los agresores se acercaron para rematarlo en el suelo antes de huir. En la tarde, la víctima había comentado a un allegado que tenía problemas con integrantes de Los Águilas, al parecer por una deuda pendiente”, explicó la fuente.

Otros dos asesinatos

Minutos después, a las 23:10, en la calle 26 y cuarto callejón S, también en el distrito Portete, fue asesinado Cruz Stalin Sosa Tello, de 50 años.

Sosa, quien trabajaba para la empresa de agua potable, jugaba naipes con vecinos, alumbrándose con un foco recargable cuando fue atacado por dos hombres en motocicleta.

“Mi hermano no tenía problemas con nadie. Aprovechó que no había luz para relajarse un poco, pero esos delincuentes le quitaron la vida”, lamentó su ñaña.

Cinco minutos después, en las calles 44 y la G, Lenin Javier Coello Rodríguez, de 38 años, fue asesinado con seis disparos mientras guardaba sus herramientas de trabajo.

Coello, mecánico y padre de tres hijos, también se alumbraba con un foco de emergencia por la falta de electricidad. “Mi hijo era un hombre trabajador. Aunque no había energía eléctrica, él seguía con su labor. Esa noche, cuando estaba terminando, lo atacaron. La falta de luz se ha convertido en un escenario ideal para los criminales”, manifestó su padre. 

Desde el pasado 12 de noviembre, día de la masacre en la ‘Peni’, el distrito Portete ha registrado 26 asesinatos. Según las autoridades, podría existir una relación entre todas esas muertes. 

La Zona 8 registra 2.129 asesinatos desde el 1 de enero al 30 de noviembre.

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