Para Ángel Luna y Jhanmar Zambrano, tener tatuajes en sus cuerpos es una manera de representar sus gustos y por ello algunos cubren su piel. Ellos habían podido convivir sin problemas con este arte. Sin embargo, desde la declaratoria de ‘conflicto armado interno’, por parte del Gobierno, temen ser detenidos o maltratados por uniformados al confundir sus grabados con símbolos de organizaciones terroristas.

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A Luna, de 39 años, lo invadió la preocupación luego de ver videos en redes sociales en los que militares y policías, durante operativos, revisaban a ciudadanos para verificar que no tengan tatuajes con los que se identifican los integrantes de las bandas criminales.

El 9 de enero, luego de que un grupo de delincuentes irrumpiera en TC Televisión durante una transmisión en vivo, el presidente Daniel Noboa firmó el decreto 111 en el que identificó a 22 grupos del crimen organizados como terroristas, entre ellos Los Lobos, cuyos miembros se tatúan a este animal.

Por esta razón, Luna se acercó a la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) del Cuartel Modelo, al norte de Guayaquil, en busca de una solución para que “no me confundan con los terroristas”, pero le recomendaron que, por ahora, es preferible que no salga de su casa o se los tape.

“Lamentablemente, tengo cinco tatuajes de lobos en mi brazo derecho y yo no pertenezco a ninguna de estas bandas. Me los hice porque me gustan. Ahora mi temor es que me confundan con uno de ellos y termine envuelto en un problema grande. Incluso, por esto me atreví a venir al UVC, pero no me dieron una solución”, dijo.

Los Lobos, al que pertenecería el prófugo Fabricio Colón Pico, comenzó como un grupo disidente de Los Choneros. Pero se separaron y se convirtieron en una organización narcoterrorista tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, el 28 de diciembre de 2020, quien era líder chonero.

“Mis tatuajes me los hice hace más de 15 años en Estados Unidos, cuando esta banda de Los Lobos todavía no aparecía. Esto, que es una afición para mí, porque tengo tatuajes por todo mi cuerpo, se convirtió en un problema. Ahora me tocará tapármelos y eso me costará unos dos mil dólares, dinero que no tengo disponible”, agregó el guayaquileño.

POR ‘CULPA’ DE PANDA  

Jhanmar Zambrano (28) es amante de la música y por esa razón hace una década se tatuó en la espalda la portada del disco ‘Sangre Fría’ de la banda mexicana Panda, representada por la cabeza de un lobo aullando. Asimismo, también se realizó uno en la pantorrilla derecha.

Orgulloso de sus grabados, Zambrano los mostraba a sus amigos, pero ahora que ese animal es el símbolo de una banda terrorista, no los deja al descubierto.

“Se debería buscar una solución para que las personas que no tenemos nada que ver con la delincuencia no salgamos perjudicados. Ahora ando bien tapado para que no me los vean, porque tengo miedo de que por esos tatuajes alguien me confunda, me denuncie y termine en una investigación”.

Y como ‘solución’, el joven busca un profesional que tape sus lobos con un ‘cover up’, técnica para rediseñar un tatuaje viejo, pero actualmente no cuenta con unos 500 dólares que le costaría dicho trabajo.

¡Un tatuaje no es un indicio!

El jurista Steven Reyes explicó que si las personas tienen un tatuaje que puede ser confundido con los símbolos de los grupos terroristas, no pueden ser asociadas como miembros de estas bandas porque se estaría vulnerando sus derechos.

“Las fuerzas policiales no pueden detener a una persona por tener un tatuaje de un lobo, águila o tigre, porque los tatuajes de los miembros de los GDO son específicos. De lo contrario, cualquier persona podría ser vinculada a estas bandas”.

Acotó que el decreto 111 establece que se neutralice a los miembros de las organizaciones delictivas y no a los ciudadanos que tengan tatuajes.

“Si no hay certeza de que una persona pertenece a un grupo criminal, a pesar de tener un tatuaje que sea sujeto de confusión, mal harían los oficiales en detenerla porque estarían vulnerando sus derechos como persona. Primero, se deberían realizar las investigaciones”, recalcó.

CLIENTES ASUSTADOS

Miguel Rodríguez, tatuador profesional, manifestó que luego de que los grupos delincuenciales fueron identificados como organizaciones terroristas, personas lo han buscado para taparse cualquier tatuaje que sea similar a los símbolos de estas bandas.

“Desde el martes pasado (9 de enero) me han aparecido muchos clientes. Todos buscan taparse los tatuajes de animales lo más pronto posible. Es más, no les importa que queden bien, sino que el anterior tatuaje ya no se note. Incluso hay unos que prefieren hacerse un ‘blackout’, que es pintar de negro el anterior dibujo”, explicó.

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