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Estudiantes de bachillerato y básica superior asistieron de forma obligatoria.Angelo chamba

Alumnos de la Sierra y Amazonía dejaron la virtualidad

Tomar el bus nuevamente, comprar ropa y colaciones han sido algunas de las implicaciones del regreso a las aulas.

Tráfico vehicular, niños de la mano de sus padres, loncheras y mochilas fue la tónica de la vuelta a las aulas en el régimen Sierra y Amazonía, la mañana de ayer.

Según el Ministerio de Educación, al menos 1.400.000 estudiantes de bachillerato y básica superior retornaron a la educación presencial, luego de casi dos años de pandemia por la COVID-19. Aunque los alumnos de primaria tuvieron la opción de asistir voluntariamente, muchos sí fueron.

Esto implicó la reorganización en los hogares. Natividad Erazo, por ejemplo, debió madrugar para llevar a sus hijas de sexto y cuarto de básica a clases en el colegio 24 de Mayo, norte de Quito. “Ya les tocó coger bus porque la economía no da para contratar recorrido”, comentó la madre de familia.

Ella se traslada desde Llano Chico, por lo que al menos hasta volver a organizar sus tiempos esperó toda la mañana para llevar a sus niñas de vuelta a casa. Aun así, se mostraron contentas de volver. “Yo estoy feliz porque vi a mis amigos y entiendo mejor a la profesora”, contó una de las niñas.

Los gastos

A la movilización y pasajes se sumaron otros costes. Para Verónica Barreiro implicó hacer más compras de comida para la colación de sus hijos de octavo y noveno de básica. “No es mucho, pero ya no estaba en la planificación semanal de gastos”, comentó.

Y, aunque tampoco es obligatorio que asistan uniformados, algunos padres debieron comprarles ropa, pues adquirir uniformes a pocos meses de terminarse el año lectivo “tampoco era buena idea, porque los chicos crecen pronto”, dijo Barreiro.

Natividad Erazo viaja desde Llano Chico hasta el colegio 24 de Mayo con sus hijas.Karina Defas

La importancia

Jenny Cruz debió pedir permiso en su trabajo para retirar de la escuela a su hija, pero reconoció que este proceso era necesario para que los niños tengan una mejor educación. “Tenemos que volvernos a acostumbrar. No podemos tener a los niños encerrados”.

El Ministerio de Educación ratificó que las clases presenciales son de gran importancia para la formación de las habilidades cognitivas, físicas y sociales de los estudiantes.

“La vacunación junto con las medidas de bioseguridad son la mejor forma para retornar a las aulas de manera segura”, dijo Andrés Chiriboga, viceministro de Gestión Educativa.