Los padres de una adolescente que se quitó la vida luego de haber sufrido actos de odio por parte de otro estudiante, según la Fiscalía, podrán dormir en paz. Sin embargo, para los progenitores del agresor, quien fue sentenciado a cuatro años de internamiento institucional, apenas empieza el suplicio.

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El menor de edad sancionado agredió verbal y físicamente a la estudiante por más de un año, hasta que el 31 de marzo de 2023 “golpeó a la víctima en la espalda y le ocasionó una lesión en la columna, lo que le impidió caminar de forma normal”, según el expediente.

Las investigaciones determinaron que por estos actos violentos y de odio, la estudiante, de 16 años, se suicidó. Además, la Fiscalía solicitó al juez que se inicie una investigación penal y administrativa contra los funcionarios y representantes de la institución educativa, por omisión.

La representante de familia que ayudó a los padres de la víctima a colocar la denuncia formal y a exponer el caso en la prensa, reveló a EXTRA que detrás de esta muerte existen datos que aún no han sido revelados.

Según la señora, el estudiante agresor fue manipulado por un profesor, quien al parecer fue señalado por la chica que se quitó la vida. Ella lo identificó como la persona que lo acosaba. Desde entonces, supuestamente, este docente utilizó al alumno para que agrediera a la menor de edad como represalia. “Empezó a insultarla. Le decía marimacha por tener el corte de cabello corto”.

La madre de familia añadió que su hija también empezó a recibir amenazas porque, según ella, “querían desquitarse conmigo porque coloqué la denuncia y ayudé a los padres de la chica que se quitó la vida”.

La señora indicó que en una ocasión, un alumno la llamó y le dijo que a su hija, otros estudiantes la querían meter al baño a la fuerza. Desde entonces, ella tenía que dejarla en el aula y retirarla del mismo lugar para cerciorarse de que no le pasara nada. “Ese profesor ya no está en el colegio”.

El psicólogo forense Franklin Tinajero mencionó que el sistema educativo en la actualidad no solo se debe centrar en dar conocimientos, sino en ayudar en la formación de los estudiantes a nivel de comportamiento.

Para el experto, algunos alumnos tienen problemas en sus hogares y su único refugio es el colegio. Con respecto al caso, Tinajero mencionó que ambos chicos fueron víctimas de un sistema educativo corrompido. “El dolor para las dos familias debe ser muy fuerte”.

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