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El cadáver fue retirado por sus familiares en Guayaquil para trasladarlo a Quinindé, provincia de Esmeraldas, donde fue sepultado.CHRISTIAN VASCONEZ / EXTRA

¡Alquilaron sin preguntar!

Galenos rentaron el quirófano donde murió una joven que se realizaba una cirugía. Según abogado, médicos no sabían que la clínica era ilegal

La muerte de Sheyla Viviana Maffare Cedeño, el pasado 1 de diciembre en el quirófano de una clínica sin permiso de funcionamiento, tiene otro punto de vista: el del abogado del cirujano y del anestesiólogo a cargo de la cirugía plástica practicada a la chica.

La operación fue en una clínica al norte de Guayaquil, que no tenía licencia desde 2017. Jacobo Quintero Touma, defensor de los doctores, cita que los médicos alquilaron el quirófano (práctica común de cirujanos que no tienen uno), confiados de la legalidad del establecimiento. “Quienes deben pedir papeles de permiso son las autoridades”, comenta.

Sin embargo, según el doctor Francisco Plaza Bohórquez, comisionado de asuntos de salud del Colegio de Médicos del Guayas, para operar un galeno debe verificar que el sitio esté legalizado y, además, si el quirófano tiene los recursos técnicos adecuados.

Algo que, según el jurisconsulto, no hicieron los médicos. Detalló que, presuntamente, los doctores no preguntaron por los permisos y confiaron en que el lugar estaba operativo.

El abogado indicó que la muerte de Sheyla se habría producido por una hipoxia cerebral.CHRISTIAN VASCONEZ

Ante las voces de familiares de la difunta, exigiendo una investigación a los galenos por una presunta mala práctica profesional, Quintero agrega que supuestamente no hubo un mal procedimiento quirúrgico.

Según él, la primera autopsia reveló que “no existe ningún órgano de la señorita fallecida perforado”. En su criterio, eso demuestra que no hubo una impericia de sus clientes.

Refiere que el cuerpo tenía 6 incisiones (orificios) que se efectúan habitualmente en una liposucción (retiro de grasa entre la piel y el músculo).

Además, Sheyla tenía previsto hacerse un aumento de glúteos y una abdominoplastia, dice Quintero, aunque parientes de la paciente comentan que ella solo iba a hacerse esta última intervención quirúrgica.

El abogado explica que a la joven se le hizo la liposucción y se utilizó su misma grasa para inyectarla en los glúteos. Pero aproximadamente a los 50 minutos de la operación se suscitó una emergencia médica.

Asegura que la fémina sufrió un paro cardiorrespiratorio y que sus defendidos hicieron lo necesario para salvarla. “Salió dos veces del paro, pero volvió a recaer”, cuenta.

"Lo correcto es decir que falleció la paciente y estar ahí, ayudar al familiar, no dejar botado el escenario". Francisco Plaza, 
​comisionado de asuntos de salud del Colegio de Médicos del Guayas
"Se fueron para evitar agresión"

Según el jurisconsulto, la autopsia indica que la muerte fue por una hipoxia cerebral; es decir, cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro.

Quintero cree que Maffare pudo haber tenido una tromboembolia pulmonar (obstrucción arterial pulmonar causada por un coágulo de sangre dentro de un vaso sanguíneo). Aclara que eso es una hipótesis que deberá comprobarse en una segunda autopsia.

Alega que sus clientes se fueron de la clínica porque la familia habría intentado agredirlos. Dice que están en el país esperando ser llamados para rendir una versión.