En septiembre cumplirá dos años la hija que José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, habría concebido en la Cárcel Regional de Guayaquil con Verónica Narcisa Briones Zambrano, quien en la actualidad tiene 31 años, es odontóloga y gerente general de una empresa de Portoviejo, en Manabí.

La mujer, quien fue conocida a nivel nacional el 2 de octubre de 2021, luego de que salió disfrazada de guía penitenciaria tras una visita no autorizada de cinco días al capo criminal, no registra antecedentes penales.

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Sin embargo, se ‘estrenará’ con un expediente que se abrirá en su contra luego de haber sido detenida en Manta ayer de madrugada. En el mismo caso ‘cayeron’ otros 21 sospechosos de pertenecer al grupo terrorista liderado por alias Fito: Los Choneros. El general Freddy Sarzosa, de la Policía Nacional, precisó en rueda de prensa que en total fueron atrapados 19 ecuatorianos, dos venezolanos y un colombiano, en 24 allanamientos.

Sobre la “pareja sentimental de Fito”, como la han calificado las autoridades, se habrían realizado seguimientos que llevaron a establecer que ella supuestamente operaba dinero de la organización criminal. 

El oficial Sarzosa expuso que Verónica Briones presuntamente recibía transacciones, a través de terceros, y luego se encargaba de hacer la distribución de esa plata, que proviene de negocios ilícitos (como el tráfico de estupefacientes) y sirve para la operatividad del grupo terrorista.

La fuga de alias Fito fue descubierta el día que se ejecutó un operativo para cambiarlo de prisión, el domingo 7 de enero de 2024. No obstante, no se ha informado cuándo escapó el capo criminal, ni cómo. Acerca de su búsqueda, el coronel Sarzosa aseguró que tienen una línea de investigación clara y que “en poco tiempo” darían con su paradero.

Kléber Carrión, exoficial de Inteligencia y fundador de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), explica que tomando en cuenta que atravesamos un conflicto armado interno, se debe considerar que estos tienen “acciones materializadas y acciones psicológicas”.

Estas últimas servirían para combatir a alguien que ha sido considerado blanco, como en este caso el líder de un grupo terrorista. “¿Es una acción y una presión psicológica (haber detenido a la pareja de Fito)? Sí, en términos generales. En términos específicos, no, porque hay que justificar esta acción”. Para sostener el caso debe haber sustento legal. “Si no hay mayor situación, vamos a ser testigos, una vez más, de que se inician procesos que al final del día no se logran culminar”.

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Renato Rivera, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), coincide en que “es muy probable que (este operativo) sea una estrategia contra Fito, pero también es parte del esfuerzo, de la concentración que está teniendo el Estado en debilitar a Los Choneros”.

El experto añade que en este sentido se ha notado interés por golpear al líder criminal, pero advierte que “lo importante aquí, más allá de los operativos (...), será ver cómo va a reaccionar también el sistema de justicia, porque en la mayoría de casos se arman grandes operativos y en el momento de la actuación de la justicia, por falta de elementos probatorios, no tienes una sentencia ejecutoriada”.

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