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Afectados por los aluviones de La Gasca y La Comuna siguen esperando las promesas
Hace más de dos años les ofrecieron bonos y puestos de trabajo. El Cabildo asegura que la anterior administración hizo ofrecimientos “sin criterio”
Los primeros afectados por el aluvión de La Gasca y La Comuna, el 31 de enero de 2022, han peregrinado por varios estamentos del Municipio de Quito en papeleos y procesos que no se terminan de concretar.
Karina Vera contó a EXTRA que ella espera por la relocalización, así como los bonos que le ofrecieron para pagar el arriendo. “Cuando pasó todo, estaba lleno el barrio de funcionarios. Después nosotros teníamos que ir a buscarlos”, dijo.
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Su casa ya no es considerada habitable porque tiene daño estructural y está muy cerca de la quebrada El Tejado, donde se originó el flujo de agua de lodo. Ahora arrienda.
Tampoco se han concretado los 18 quioscos que se ofrecieron en la Universidad Central del Ecuador para que las familias reactiven su economía. “Hasta hicimos las capacitaciones para obtener los permisos”, reclama.
Por su parte, Patricio Sanguña, quien fue perjudicado por segunda vez, expresó que de las nuevas reparaciones a su casa no ha recibido ninguna respuesta y que lo más probable es que, de nuevo, tenga que asumir él esos gastos. “Nos dijeron (los funcionarios del Municipio) que podríamos acceder a un bono, pero eso tomará tiempo”, agrega.
Con el bono, que tampoco se sabe el monto, podría comprar los enseres que perdió el 2 de abril con el segundo aluvión. “Puse un bar cafetería para salir de la crisis del primer aluvión”, explica. Karina se sostiene con la venta de salchipapas en el portón de su casa. “La dueña de casa me dio permiso, por eso he logrado sobrevivir”, dice.
Largo proceso
A Érika Salcedo, cuya casa es una de las más afectadas, tampoco se le han concretado los ofrecimientos. “Me piden la cédula, pero hasta eso se perdió. Me quedé con la ropa que llevaba puesta”, lamenta.
María Belén Proaño, secretaria de Inclusión, comenta que ya se realizó una inspección de esa casa y que se determinó que tiene daño estructural. “Esas familias no están seguras allí”, agrega.
También se han entregado kits de comida y de limpieza, y que el bono de ayuda humanitaria demoraría al menos unos 11 días. “Para ello, hay que hacer un estudio de la situación de cada familia”, enfatiza.
Con el tema de los quioscos, reconoce que hay un retraso, pues la anterior administración no habría hecho la gestión con la Universidad Central para que funcionen allí. Ahora serán ubicados a lo largo de la ciudad.
Cuenteados con becas estudiantiles
Otro de los ofrecimientos que quedaron en el ‘aire’ fueron las becas estudiantiles para los huérfanos de la tragedia de 2022. Se esperaba que los menores de edad tuvieran un salario mínimo al mes para seguir con sus estudios.
También les ofrecieron cupos en los colegios municipales. Frente a ello, la Secretaria de Inclusión dice que no es posible ninguna de las dos cosas. “Los niños debieron seguir el proceso de admisión que todos hacen; para que entren de otra forma habría que hacer una reforma a una ordenanza”, explica.
Los bonos a largo plazo se determinan cuando el Municipio asume la responsabilidad de las tragedias. “Eso pasó, por ejemplo, con el incendio de la Factory y el derrumbe de la calle Tufiño. Esto es una desgracia natural”, finaliza.
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