Un adolescente de 16 años sería el autor material del asesinato del cabo de la Policía Javier Andrés Quimi Zamora, quien fue acribillado la noche del martes 30 de julio en la cooperativa Mariuxi Febres Cordero, en el Guasmo sur de Guayaquil.

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Una fuente policial reveló que el menor fue detenido en un inmueble de construcción mixta ubicado en las calles Vacas Galindo entre Esmeraldas y Los Ríos (Guayaquil), y que en su poder se encontró un bolso negro. Dentro del bolso estaba el arma de fuego, una pistola Glock calibre 9 milímetros con 13 cartuchos en el cargador, con la que se habría cometido el asesinato del uniformado.

Posterior a la detención del adolescente, la Policía desplegó otro operativo en el cantón Durán, en la cooperativa San Francisco de Asís. Allí se ubicó el vehículo Chevrolet Sail plateado que habría intervenido en el hecho violento.

"Se pudo conocer que corresponde a un vehículo con alerta por robo en días anteriores en el distrito Durán, ante lo cual se procedió a la inmediata aprehensión y aislamiento de las personas, así como al ingreso de los dos vehículos a los patios de la Policía Judicial", explicó el investigador de la Policía.

Afirmó que los dos detenidos serían parte de organizaciones criminales que se pelean el control del territorio en el cantón Durán.

"El adolescente y el otro detenido presuntamente son miembros de Los Chone Killers. El menor de edad sería el victimario; en su poder se halló el arma de fuego, y de acuerdo a las investigaciones, él sería el gatillero", sostuvo el policía.

También dio a conocer que tanto el cabo asesinado como un oficial de la Policía tenían amenazas de muerte en su contra por un operativo desarrollado el 1 de enero pasado en el sector de El Recreo, en el cual fueron detenidas ocho personas, entre ellas un menor de edad.

"El policía asesinado trabajó en Durán y durante ese tiempo realizó algunos trabajos importantes en beneficio de la ciudadanía de Durán. En enero hubo un operativo Camex, liderado por un teniente. Fueron amenazados por miembros de una organización criminal. Les habrían ofrecido dinero, no accedieron a sus peticiones y fueron amenazados. A los dos se les dio el pase para ponerlos a buen recaudo; el cabo debía presentarse el 4 de agosto en Galápagos, estaba trabajando en el distrito Ceibos", agregó.

En la escena del crimen, los agentes de Criminalística recogieron 10 indicios balísticos, calibre 9 milímetros. Moradores aportaron con información que permitió localizar el vehículo en el que se transportó el autor material del hecho y el taxi que servía de guía.

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