El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, finalmente se pronunció sobre la desaparición de cuatro menores en Guayaquil, un caso que ha conmocionado al país durante casi dos semanas. Lo hizo el 22 de diciembre, 14 días después, en su cuenta de X (antes Twitter) y este 23 de septiembre en un enlace radial. Su tardanza en abordar públicamente el tema ha generado críticas y cuestionamientos, especialmente por parte de las familias afectadas y la opinión pública.

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¿Qué dijo en X?

“Cero impunidad, sea quien sea. Esa época fue otra. Y mientras yo sea presidente, no volverá. Como padre de familia y su comandante en jefe, dispuse que debe darse toda la colaboración necesaria a la justicia y respetar el carácter técnico de la investigación de Fiscalía", escribió.

El presidente también aseguró que ha ordenado intensificar las acciones para encontrar a los niños y castigar a los responsables. Sin embargo, este pronunciamiento, emitido casi dos semanas después de los hechos, fue percibido por algunos como una reacción tardía ante la gravedad de la situación.

Noboa amplía su postura 

Este 23 de diciembre, en una entrevista en Radio Democracia, Noboa amplió su postura, defendiendo las acciones tomadas por su gobierno y reiterando su apoyo a las familias.

“Estamos al lado de la justicia, y no descansaremos hasta tener las respuestas que se necesitan. No vamos a encubrir a nadie, sea quien sea”, afirmó.

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Además, señaló que ha solicitado celeridad a la Fiscalía y exigido colaboración total de las Fuerzas Armadas y otras instituciones estatales.

Héroes nacionales y prudencia

Durante la entrevista, Noboa también sugirió que los menores sean considerados héroes nacionales, como un gesto para visibilizar el dolor de la familia y destacar la gravedad del caso. Sin embargo, sobre si catalogarlo como una desaparición forzada, el mandatario pidió cautela: “Es demasiado pronto para hacerlo. Tiene que haber un análisis técnico y una determinación por parte de la Fiscalía” agregó.

Un caso que sacude a Ecuador

Los menores, de entre 11 y 15 años, desaparecieron tras salir de su casa en el barrio Las Malvinas, en Guayaquil, para jugar fútbol. Según las denuncias, fueron secuestrados por hombres vestidos como militares y trasladados a Taura. Pese a los esfuerzos de búsqueda, no hay pistas claras sobre su paradero.

A medida que pasan los días, la presión sobre el gobierno y las autoridades aumenta. El llamado tardío de Noboa a la acción, deja dudas sobre la capacidad de respuesta ante casos tan sensibles. Mientras tanto, la familia y la ciudadanía esperan justicia, exigiendo que este hecho no quede en la impunidad.

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