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12 meses de violencia extrema en Ecuador
Este ha sido el año más violento de la última década. Asesinatos de celebridades, masacres carcelarias y más conmocionaron a los ecuatorianos
Masacres carcelarias, crímenes de figuras públicas, asesinatos a niños y ancianos, mujeres desmembradas, ‘payasos malditos’... El 2021 se convirtió en el año más violento de la última década, según datos de la Policía. Del 1 de enero hasta el 29 de diciembre se han registrado 2.456 muertes violentas, a escala nacional. En 2020 fueron 1.349. Existe un incremento de 1.107 casos.
Las cuatro matanzas en las cárceles fueron de los hechos que más impactaron al país por la filtración de los videos en las redes sociales, en los que se podía apreciar —sin censura— cómo desmembraban y decapitaban los cuerpos de los reclusos o los quemaban vivos.
En los motines fueron asesinados 329 privados de libertad. El primero se dio en febrero de manera simultánea en la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil, en el Centro de Privación de Libertad Zonal 8, en la cárcel de Cotopaxi y en el Centro de Privación de la Libertad de Turi (Cuenca).
En junio, septiembre y noviembre también se dieron otras reyertas en las prisiones. La de septiembre fue la que más muertos dejó, 118. Esta se convirtió en la quinta masacre más violenta de América Latina.
Por la crisis carcelaria, el presidente Guillermo Lasso dispuso el estado de excepción en todas las prisiones del país para frenar los hechos violentos. Esta medida se levantó el martes 28 de diciembre con disturbios y un reo muerto en la cárcel Regional Guayas.
Sin compasión
A inicios del año, el 27 de enero, los ecuatorianos quedaron impactados con el crimen de Efraín Ruales, bajo la modalidad de sicariato. El 28 de abril, el abogado quiteño Harrison Salcedo murió baleado mientras circulaba en su camioneta en el cruce de las avenidas República y 6 de Diciembre, norte de la ciudad.
Lo conocían como Hulk y ganó notoriedad cuando representó al exvicepresidente Jorge Glas y a alias Rasquiña, exlíder de Los Choneros.
Seis meses después, el 22 de octubre acribillaron al tercer hombre más rápido del planeta, Álex Quiñónez, quien compartía con amigos en la cooperativa Colinas de la Florida, en el norte de Guayaquil. Esta ciudad se convirtió en la urbe más insegura con un incremento del 21,36 % de homicidios, en comparación al 2020.
Ese mismo mes, un niño de 11 años murió por el impacto de las balas perdidas durante el enfrentamiento entre delincuentes y un policía en una heladería del barrio Centenario. En Quito, ha existido un decremento de un 5 %. A pesar de esto, este año se registraron crímenes que aumentaron la percepción de inseguridad en la población capitalina.
El 11 de abril, en plenas elecciones presidenciales, un reciclador descubrió el cuerpo descuartizado de una mujer metido en un cilindro de aluminio, en Solanda, en el sur. Al parecer, la mataron por un problema de drogas.
Detonantes de la violencia
Para el asesor en seguridad e investigaciones Abraham Correa, el incremento de la violencia ha sido paulatino en los últimos dos gobiernos.
Según el experto, hay que analizar el contexto de la seguridad en el país. Para él, la Policía Nacional, como institución, no trabaja de forma sigilosa y se filtra la información. “Se le quitó la personería jurídica y solo recibe órdenes del ministro de Gobierno”.
Cuestiona el sistema de zonas y circuitos porque hay situaciones en las que “si el delito se comete frente de la vereda del agente, y este no pertenece a ese circuito, no puede actuar porque es sancionado y dado de baja”.
A esto le añade la eliminación de la base de Manta, uno de los controles más efectivos contra el narcotráfico. “Las mafias transnacionales se apoyaron en bandas delictivas nacionales. Actúan los carteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, por aire, mar y tierra”, señala.
Menciona que el narcotráfico corroe a cualquier miembro de la fuerza pública, jueces, fiscales, políticos.
ENERO: El trágico final de Efraín Ruales
Al salir de un gimnasio, el 27 de enero, el presentador y actor Efraín Ruales fue asesinado en la avenida Guillermo Cubillos, norte de Guayaquil. Su auto recibió 4 balazos; uno de ellos acabó con su vida. Por el hecho están procesadas 8 personas, entre ellas una mujer y un adolescente. Unos están como autores, coautores y cómplices.
FEBRERO: El inicio de la ‘carnicería’
Motines simultáneos se desarrollaron en cuatro centros de detención de Guayas, Cotopaxi y Azuay. Decapitaciones y mutilaciones dejaron 81 víctimas mortales y una veintena de heridos. La reyerta entre presos se habría producido porque dos bandas delincuenciales, Los Choneros y Lagartos, buscan el control de las cárceles del país.
MARZO: Una familia acuchillada
En estado de descomposición fueron hallados cinco cadáveres, entre ellos el de una niña de 2 años. El hallazgo se dio el 13 de marzo, en una casa del Guasmo Sur, Guayaquil. La autopsia determinó que cuatro cuerpos fueron asesinados con cuchillo, uno con arma de fuego.
ABRIL: Guía fue silenciada a plomo
Con cinco tiros asesinaron a Cinthya Caguana, quien viajaba en un bus rumbo al cantón Milagro. Un supuesto pasajero le disparó el 8 de abril. Una fuente policial señaló que la celadora del Centro de Privación de Libertad de Mujeres de Guayaquil recibió amenazas.
MAYO: ¡Pum!, ¡pum! en una clínica
El 5 de mayo, dos sujetos vestidos como policías entraron a una clínica del norte de Guayaquil y le propinaron, al menos, 10 tiros con un fusil a una paciente peruana. Al parecer, el blanco era un hombre que estuvo asilado en su habitación, quien cuenta con procesos judiciales.
JUNIO: ‘Poseído’ por el machete
Por repetidas ocasiones, un joven atacó con un machete a su abuelo. El aterrador crimen se dio el 3 de junio, en Babahoyo, y fue captado por los celulares de los moradores, quienes intentaron arrebatarle el detenido a la Policía y tomar justicia con sus propias manos.
JULIO: Le sirvieron el café de la muerte
Un ciudadano serbio que compartía con su esposa en la cafetería de un centro comercial de Samborondón fue baleado por dos sujetos que se movilizaban en moto, el 20 de julio. Días después capturaron al presunto autor del crimen y se determinó que fue sicariato por problemas de drogas.
AGOSTO: Les importó ‘un pito’ su hijito
Un sujeto caminaba con su hijo por la avenida Casuarina, en el noroeste de Guayaquil, de pronto un hombre se acercó a él y le descargó varios tiros en su cabeza. Segundos después, otro sujeto lo remató. El menor de edad, al ver el ataque, huyó del lugar. El hecho quedó registrado en cámaras. Ocurrió el 12 de agosto.
SEPTIEMBRE: ‘Fiebre’ criminal en Quito
Una mujer y su pareja, quienes habían retirado dinero de un banco en el sur de Quito, fueron interceptados por dos sujetos en moto. El que iba detrás intentó arrebatarle el billete al señor. Cuando su esposa trató de defenderlo, el pillo le disparó en la cara. Sucedió el 22 de septiembre.
OCTUBRE: Noche de los ‘payasos malditos’
La noche de Halloween, las calles de la Martha Bucaram, sur de Quito, se mancharon de sangre. Tres sujetos fueron asesinados y otros tres resultaron heridos en manos de dos tipos que iban enmascarados. Uno de ellos fue capturado días después.
NOVIEMBRE: Ráfaga ‘frenó’ a policía
La mañana del 29 de noviembre un policía fue asesinado a tiros mientras se dirigía en su vehículo al trabajo. Fue interceptado por otro carro, del cual se bajaron dos sujetos y dispararon en contra de él por más de 30 veces. La víctima tenía harta plata en su auto.
DICIEMBRE: ¡Fuego... con ustedes!
En el cantón Sucre, Manabí, el 25 de diciembre, dos hombres fueron quemados porque supuestamente asesinaron a una persona. Al parecer, fueron detenidos por pobladores enardecidos. Previo a la incineración, los individuos fueron atacados con pedradas y garrotes. El hecho fue difundido por redes sociales.