Un chofer de taxi fue sentenciado a diez años de prisión por la muerte de un hombre y lesiones graves al hijo de la víctima, luego que provocara un aparatoso accidente de tránsito en el sector de Las Casas, en el centro-norte de Quito.

El accidente ocurrió el 8 de abril de 2023 en el mencionado sector. Según el informe de la Fiscalía, sustentado en los informes de captura, pericias y relatos de testigos del hecho, el conductor del taxi, identificado como Jhonny Gustavo G. B., estaba borracho el momento del choque y el vehículo tenía los frenos desgastado más allá del rango permitido.

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El fiscal del caso relató que la tarde de ese día, el sentenciado conducía por una pendiente a exceso de velocidad cuando, por el desgaste de los frenos no logró detenerse y se estrelló contra otro automotor, en el cual viajaban el fallecido y su hijo.

Por la fuerza del impacto, el carro dio varias vueltas en el aire hasta quedar volcado al final del la pendiente, mientras que el taxi se chocó con un árbol y quedó inmovilizado al estrellarse con una pared.

En el sitio del accidente, paramédicos determinaron la muerte del conductor del carro perjudicado; su hijo fue llevado a una casa de salud por las lesiones provocadas por el vuelco, al igual que el taxista, que luego de ser revisado por los médicos, se determinó que tenía tres días de incapacidad.

El chofer se negó a realizarse el test de alcoholemia, por lo que, según estipula el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, para fines legales se presumía que se encontraba en máximo estado de embriaguez.

Relato de testigos fue clave para la sentencia

En primera instancia, el tribunal encargado de juzgar la causa desestimó estos argumentos, imponiendo una pena de prisión de cinco años, por el delito de homicidio culposo; sin embargo, en la audiencia de apelación, luego de revisar nuevamente las pruebas testimoniales, finalmente se cambió la sentencia a diez años, por el delito de Muerte causada por conductor en estado de embriaguez.

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Entre los testimonios se escuchó al dueño de una tienda que presenció el accidente, quien aseguró que al interior del taxi habían botellas de licor vacías y que dos familiares del conductor ebrio llegaron y se llevaron las botellas antes que arribaran las autoridades.

Además, la paramédica que lo atendió en el lugar del incidente relató que “neurológicamente no sabíamos si el paciente nos respondía bien o mal, una por el impacto y otra por el aliento a alcohol que nosotros no podíamos valorar”. Asimismo, el agente de tránsito a cargo de la prueba de alcoholemia y el policía que lo detuvo aseguraron que el conductor despedía fuerte olor a alcohol.

El Tribunal también ordenó el pago de una reparación económica de $ 79.000 a la familia de los perjudicados, la cual debe ser costeada por el condenado y la cooperativa de transporte a la que pertenecía el vehículo. También se le impuso veinte Salarios Básicos Unificados ($ 9.200 en 2025).

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