Las flores naranjas se trepan por los tapiales de las casas sobre todo en zonas residenciales, se trata de la planta trepadora denominada Susanita. Pero lo que parece un inofensivo adorno es una plaga.

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Sebastián Pillajo, jefe de la Unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, dijo a EXTRA que se realizó un estudio en conjunto con la Universidad Indoamérica en el que se establecieron las zonas más afectadas. “Se determinaron como zonas de intervención inmediata a Tumbaco, Nayón, Cumbayá, Zámbiza, Los Chillos y Puembo”, aseveró el funcionario.

Pillajo explicó que el origen de la planta es africano. “Alguien la trajo para adornar los cercos de los jardines”.

Sin embargo, el problema surgió cuando estas personas empezaron a podarla –ya que es de crecimiento rápido– y botaron los restos en las quebradas de Quito. “Se conoce que en 2013 ya había esta especie en la capital, pero en 2018 proliferó. Esto no sucedió solo aquí, también en Colombia y Perú”, explicó.

A pesar del colorido y belleza que tiene la Susanita, cuyo nombre científico es Thunbergia alata o también conocida como ‘ojo de buey’, es muy dañina, ya que al ser trepadora es capaz de tapar otras plantas y las mata.

“Disminuye la capacidad fotosintética de las plantas. Causa daños a los procesos ecosistémicos”, sostuvo Pillajo.

Esto significa que es capaz de cambiar la biodiversidad de los bosques y quebradas, matando a especies endémicas. “También cambia los ciclos del agua y la micro y macro fauna. Es una invasora”, agregó.

En 2023 ya se realizaron algunas jornadas de socialización en algunos de los sectores que tendrán intervención inmediata. En ciudades como Cuenca y Loja también se ha advertido de este peligro.

La Secretaría de Ambiente prevé realizar mingas de erradicación de la Susanita a partir del 15 de agosto. Pillajo explicó que existe un protocolo de erradicación. “Se necesitan ganchos especiales y guantes para sacarla”.

Se prevé, además, el uso de herbicidas orgánicos con base de vinagre para evitar la contaminación de las áreas. El plan contempla también la participación de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs). “No es suficiente solo sacarla de las quebradas, sino que hay que botarla en gabetos especializados”, afirmó.

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