Es un enigma la muerte de Javier Jacinto Zambrano Vera, de 26 años, quien fue abatido por desconocidos mientras despachaba combustible en la gasolinera ubicada en el sector Y de la parroquia San Juan, del cantón Puebloviejo, Los Ríos.

El crimen de Puerquita, como también lo conocían, ocurrió cerca de las 17:00 del miércoles 19 de enero, pero hasta el jueves sus progenitores se preguntaban cuál sería el móvil del hecho violento.

La noticia cayó como un ‘balde de agua fría’ a Jacinto Zambrano, padre del fallecido, quien labora como chofer y en ese momento se encontraba en el cantón Milagro.

Apenas supo lo de su hijo retornó a la provincia fluminense y se quedó en el anfiteatro de Babahoyo, hasta donde la policía trasladó el cadáver de su muchacho.

“Él era un chico tranquilo que desde jovencito empezó a trabajar ahí. Creemos que se trata de una confusión y por eso pedimos a las autoridades investigar el caso”, expuso el abatido progenitor.

Fátima Guerrero, tía del difunto, también argumentó que el atentado que sufrió su sobrino fue producto de una equivocación. “Al parecer, el día anterior unos despachadores tuvieron un problema con unas personas que hasta incluso se fueron de golpes, como se ve en un video. Probablemente confundieron a mi sobrino, ya que él no estuvo en ese incidente”, explicó.

Javier Zambrano fue sorprendido por uno de dos motorizados que llegaron hasta la estación de servicios para dispararle. La víctima fue alcanzada por tres proyectiles que se alojaron en la parte posterior de la cabeza, abdomen y brazo derecho. (TOF)