Una persona ha sido identificada y será llamada a declarar por la muerte del sospechoso de un asalto y secuestro en una parroquia del cantón Mocha, provincia de Tungurahua, al que lincharon en mayo de 2023.

El investigado es un comunero, a quien ya tienen ubicado, según informó el coronel Paúl Enríquez, jefe subrogante de la Subzona de Policía en Tungurahua.

Tomarse la justicia por mano propia o realizar las llamadas ‘purificaciones’ con las cuales llegan al exceso hasta el límite de quitar la vida a los sospechosos, puede llevar a ‘cana’ a los comuneros. El tiempo de prisión dependería de la gravedad de las lesiones a los presuntos antisociales.

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El abogado Jorge Almeida mencionó que la Fiscalía no juzga con base a las razones que motivaron a la comunidad, sino el hecho y el desenlace.

Para el exfiscal de la Unidad de Asuntos Indígenas, Segundo Chaluis, se estaría confundiendo la justicia indígena con el ajusticiamiento.

“La justicia indígena sigue un debido proceso en que el implicado tiene incluso la opción de defenderse de las acusaciones ante la asamblea que se conforma para analizar el delito y será dentro de la jurisdicción indígena”, precisa.

Las sanciones, siempre y cuando no sean delitos penales, son purificación con agua, ortiga, actividades comunitarias y expulsión de la comunidad, según detalla el presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT), Segundo Poalacín.

El abogado Alfonso Campoverde recordó que se convierte en linchamiento cuando la persona no ha pasado por el debido proceso de lo que debería aplicarse en la justicia indígena y se convierte en agresiones físicas que es penado por la ley.

Según el artículo 47 del Código Integral Penal (COIP), cometer la infracción con saña en contra de la víctima, aumentaría la pena de asesinato de 22 a 26 años.

De comprobarse que el comunero de Mocha tuvo responsabilidad en el linchamiento contra el sospechoso, podría ser sentenciado a pena máxima de 26 años de prisión.

Además de este ajusticiamiento en Mocha, la policía también indaga para dar con quienes serían los presuntos responsables del hecho ocurrido en Huambaló, parroquia de Pelileo, donde un presunto ‘sacapinta’ fue quemado, en junio de 2023.

Estos dos casos de ‘justicia por mano propia’ terminaron con la muerte de los presuntos sospechosos en lo que va del 2023, en Tungurahua.

El presidente del Consorcio de Juntas Parroquiales (Conagopare), Amable Chaluis, aseguró que junto con personal del Consejo de Seguridad Ciudadana Municipal (Comseca) y la Policía de la Subzona capacitan a los dirigentes y líderes barriales para evitar los excesos en el momento de aplicar la ‘purificación’ o justicia indígena.

A las personas se las instruye para que conozcan sobre las leyes y evitar el descontrol cuando detienen a un sospechoso.

Chaluis recalcó que continúan con las brigadas de seguridad ciudadana, donde los habitantes salen a hacer rondas nocturnas para evitar que personas extrañas lleguen a delinquir en las comunidades. También siguen organizándose en los barrios de cada parroquia para que entre los habitantes se cuiden. (YIE)

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