Al oír las sirenas policiales que anunciaban un operativo rutinario en la ciudadela San Alejo de Portoviejo, Manabí, tres sospechosos salieron ‘disparados’ de una casa. Sin embargo, fueron capturados por los uniformados, quienes no imaginaban el macabro descubrimiento que les aguardaba.

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Al ingresar al inmueble este 26 de agosto a las 23:30, los agentes encontraron un cadáver cercenado en medio de un charco de sangre, con múltiples impactos de bala en su cuerpo.

Lenin Peralta, jefe subrogante de la Subzona 13 de Manabí, informó que los detenidos, capturados en flagrancia, estarían vinculados a la organización delictiva Los Choneros.

“La víctima, cuyo cadáver fue hallado en la sala de una vivienda deshabitada, presentaba heridas de arma de fuego y tenía las extremidades cercenadas”, explicó el oficial.

El fallecido fue identificado como Henry Molina Ramírez, de 20 años, sin antecedentes penales ni procesos judiciales pendientes, según los registros del Consejo de la Judicatura.

“Hay indicios relevantes y suficientes que asociarían a estos sujetos con lo ocurrido en la ciudadela San Alejo. La labor de nuestros agentes fue inmediata para poder dar con su captura y evitar que sigan cometiendo esta clase de hechos”, destacó Peralta.

Los detenidos, tres ecuatorianos de 20, 24, y 25 años, incluyen a uno con antecedentes por rebelión, tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, y evasión.

Este acto de extrema violencia parece ser parte de la disputa territorial entre las bandas Los Choneros y Los Lobos por el control de la venta de droga en Manabí.

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