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En un barrio de Manta despidieron al niño de dos años que murió al recibir el impacto de una bala perdidaAlejandro Giler / extra

Tragedia sacude comunidad de Manta: Adiós a inocente víctima de una bala perdida

Conmoción por muerte de niño de 2 años a consecuencia de un ataque armado

En la casa de don Danny ya no se escuchan las risas infantiles de su nieto de dos años. El niño de sonrisa contagiosa y carisma desbordante ya no corre por la sala, ni llena de vida el hogar de su familia. El cuerpo del menor de edad reposa ahora en un ataúd blanco.

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La tristeza ha inundado la vivienda de la familia desde la noche del 25 de marzo, cuando una bala perdida le arrebató la vida al inocente niño en un ataque armado contra Luis Hidalgo, un hombre con un largo historial delictivo, en un barrio de Manta, provincia de Manabí.

La voz de la abuela tiembla al recordar aquella noche fatídica. Su nieto fue alcanzado por la violencia que azota las calles sin piedad. “Mi hijo (José) fue donde su suegro a arreglar una motocicleta de su cuñado. Allí sucedió todo”, narra entre sollozos la señora.

Aún con la esperanza de que todo fuera una pesadilla, la abuela llegó hasta el hospital, donde vio a su nieto en un estado que recordará por siempre. “Yo entré y lo vi. Tenía los ojitos entre abiertos y cerrados, su boquita abierta y esa herida en la barriguita, realmente muy terrible. Esto es demasiado duro de comprender”, lamenta.

La sala donde el niño solía jugar es ahora un altar de tristeza. Sobre una mesa, una fotografía del pequeño y rosas blancas adornan el espacio donde antes reinaba la felicidad. Y junto a las flores colocaron una gorra que al menor de edad le gustaba usar.

El clamor de la abuela del niño

Entre el dolor y la impotencia, la abuela alza la voz con una súplica que retumba en cada rincón del barrio. “Yo sé que a mi niño no lo vamos a revivir, pero les pido a todos los padres que los cuiden, que traten de no tenerlos afuera porque esto está terrible y no se sabe cuándo una bala se lleve otra vida inocente. Con los niños no, por favor”, expresa.

El deceso del infante conmovió a toda la comunidad. Vecinos y personas de buen corazón se unieron para ayudar a la familia con los gastos del sepelio. La Alcaldía de Manta también se hizo presente, brindando apoyo en medio del duelo.

En la tarde de este jueves 27 de marzo, el cuerpo de la criatura fue despedido en una misa en la iglesia San Patricio, antes de ser sepultado en el cementerio de la parroquia Eloy Alfaro. Entre sollozos y oraciones, su familia le dio el último adiós, mientras el eco de la violencia sigue dejando heridas que nadie puede sanar.

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