Hace aproximadamente un mes, después de retornar de una campaña evangélica, Emanuel, de nueve años, subió al cuarto de su abuela a contarle sobre una presencia extraña que le erizó la piel y sintió que se iba a morir. Este viernes 8 de noviembre de 2024, esas palabras retumbaban en la mente de la señora, al darse cuenta de que el presagio de su nieto se cumplió.

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Al niño le propinaron ocho disparos en un ataque armado, el cual estaba dirigido a un pariente que llegó a su domicilio, en la parroquia Barreiro del cantón Babahoyo, Los Ríos. El hombre, al darse cuenta que iban a ejecutarlo corrió por un pasillo hacia el interior del inmueble y su victimario lo persiguió. En medio de la oscuridad por el apagón programado, el sicario le disparó al niño en lugar del hombre al que buscaba.

La señora relató llorando que le gritó al asesino: “No me mates a mi nieto”, pero el sujeto la apuntó en la frente y también intentó matarla. “La mano de Dios estuvo en ese momento porque accionó dos veces el arma y la bala no salió. Luego le dije: ‘Te reprendo en el nombre de Jehová’. Entonces como que se turbó y salió huyendo”, narró.

Enseguida el abuelo materno del niño lo tomó en sus brazos y en una motocicleta lo llevaron al hospital Martín Icaza de Babahoyo, donde le confirmaron que no tenía signos vitales. La noticia conmovió a todos.

Niño nació por un milagro

La joven madre de menor de edad, casi sin poder hablar, recordó que su hijo fue un milagro de Dios en su vida, ya que ella hizo de todo para concebir, pues no lo lograba. Finalmente, con una oración, aferrándose a las promesas del Todopoderoso, ella quedó embarazada y tuvo al niño, al que llamó Emanuel, que significa ‘Dios con nosotros’. 

El velatorio del pequeño se cumplió hasta este viernes 8 de noviembre en la vivienda donde ocurrió el ataque armado y sus deudos recibieron el apoyo de los vecinos, así como el de la comunidad cristiana a la que pertenecen. 

La abuela entristecida le dice al hombre que mató a su nieto, que busque una iglesia y se arrepienta. “Yo no lo deseo el mal porque Dios se encargará de hacer justicia a su tiempo. La Biblia dice que ‘la paga del pegado es muerte’ y todo lo dejamos en las manos de Jehová”, puntualizó.

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