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Esmeraldas: Joven fue en busca de mejores días a Chile y encontró la muerte
Una bala perdida acabó con los sueños del joven, quien buscaba días mejores para su familia, en Esmeraldas
En la penumbra de la madrugada, cuando el reloj marcaba las 04:30, una ciudad de Esmeraldas se sumió en un silencio lúgubre. El cuerpo de Luis David Rosero Bone, un joven de 29 años cuyos sueños de un futuro prometedor se vieron abruptamente cortados por una bala perdida, fue recibido con un manto de tristeza y lluvia persistente.
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Rosero, un apasionado del fútbol y destacado por su dedicación en los estudios, partió hacia Chile hace aproximadamente cuatro meses. Su objetivo era ayudar a su padre, quien luchaba contra una enfermedad delicada.
En Esmeraldas, las oportunidades de empleo eran escasas, y Luis David anhelaba días más brillantes en tierras extranjeras; sin embargo, en lugar de encontrar esperanza, encontró la muerte.
El velorio de Rosero duró apenas unas horas en el hogar de sus padres antes de que su cuerpo fuera trasladado a la iglesia San José Obrero. La lluvia persistente acompañó el cortejo mientras la comunidad se despedía de este joven cuya vida fue truncada por una bala perdida.
“Espero que mi hijo descanse en paz, que encuentre un lugar mejor y que desde allá me ayude, porque ya no tengo fuerzas”, expresó Luis Rosero, el afligido padre de la víctima.
La fatídica noche del 17 de marzo, en el corazón de Santiago, Chile, Luis David Rosero Bone fue asesinado. Un disparo en la cabeza, en plena vía pública, puso fin a sus sueños y esperanzas. “Fue en busca de días mejores, persiguiendo nuevos horizontes, pero lamentablemente así terminó. Es muy doloroso que un padre deba sepultar a su hijo, pero lo hago con el alma destrozada”, añadió su padre.
En Chile siguen investigando
Las autoridades chilenas investigan el incidente como un homicidio consumado ocurrido durante una fiesta en un club deportivo. La mayoría de los asistentes eran ecuatorianos, y la tragedia se desató cuando, al finalizar el evento, se desató una balacera. Rosero recibió un disparo fatal detrás de la oreja.
El proceso de repatriación fue una agonía de un mes y ocho días, un tiempo que pareció eterno para una familia que anhelaba despedirse de su ser querido. “Bregamos todos los días hasta lograrlo”, afirmó Carlos Rosero, tío de la víctima, sobre la lucha de la familia para darle a Luis David una sepultura digna.
La muerte de Luis David Rosero Bone deja un vacío imborrable en el corazón de su familia y su comunidad. Un joven con sueños truncados, cuyo sacrificio nos recuerda la fragilidad de la vida y la urgencia de buscar un mundo más seguro y justo para todos.
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