La noche del terror se desató en el Centro de Salud Tipo C de Las Palmas, cuando un joven de 25 años, identificado como Chila Jama Bladimir Raúl, llegó al hospital con heridas mortales causadas por el paso de proyectil de arma de fuego. La víctima, que llegó al centro médico en una camioneta, no resistió los graves daños y falleció minutos después de su llegada.

Según testigos, la camioneta en la que viajaba la víctima se cruzó con una patrulla policial en las inmediaciones del hospital, y los ocupantes del vehículo, que se identificaron como familiares del herido, pidieron ayuda desesperadamente.

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Los policías, alertados por la situación, acompañaron a la camioneta hasta el hospital, donde el Galeno de turno confirmó la muerte cerebral y la cianosis del joven.

La escena del crimen fue dantesca: el cuerpo sin vida de Chila Jama Bladimir Raúl yacía en una camilla hospitalaria, con dos heridas en el tórax anterior, una en el posterior y otra en la mano izquierda, todas con características similares a las ocasionadas por el paso de proyectil de arma de fuego.

El parte policial no detalla el sector donde fue baleado el hombre; sin embargo, extraoficialmente se conoce que el hecho se habría producido en el sector Isla Piedad, en las riberas del río Esmeraldas. Según las primeras investigaciones, la causa del asesinato sería “retaliaciones entre Grupos de Delincuencia Organizada”, aparentemente la misma causa de los otros asesinatos que se han registrado en las últimas horas en Esmeraldas.

La investigación está en curso, pero las autoridades aún no han revelado detalles sobre el posible autor o autores del crimen.

Desde el sábado pasado hasta este jueves se registraron 12 asesinatos al estilo sicariato solo en la ciudad de Esmeraldas. A eso se suman otras tres ejecuciones a bala, dos ocurridas en el cantón San Lorenzo y una más en el cantón Atacames, donde la tarde del pasado jueves asesinaron el dueño de un centro de tolerancia dentro de un local de venta de carnes.

Todos estos casos han obligado a la Policía y a las Fuerzas Armadas a redoblar los controles y operativos en los siete cantones de la provincia verde. En toda la provincia, la Fuerza de Tarea Conjunta ha desplegado 1.100 soldados, mientras que solo en el cantón Esmeraldas patrullan 450 hombres, distribuidos en distintos sectores de la ciudad, principalmente en los más conflictivos.

Todas estas muertes violentas al estilo sicarito, según fuentes militares, serían por pungas de territorio entre bandas.

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