“Me arrepiento mil veces de haber ido a ese lugar”, dijo Renato Campuzano ante lo ocurrido en el billar donde vio morir a su hermano. Él fue uno de los sobrevivientes del tiroteo que se registró en un local de las calles 10 de Agosto y Asaad Bucaram, de la parroquia La Unión, en el cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos.

Según Renato, en el establecimiento se desarrollaba un campeonato de billar al que quiso ir su hermano Ronald Campuzano Ramírez, de 31 años, y él lo acompañó junto a otros amigos.

“Mi ñaño no participó del campeonato, pero estaba apostando la partida a cerveza”, narró el testigo.

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Producto de la agresión, cometida a las 20:30 del viernes 30 de junio de 2023, con armas de corto y largo alcance, fallecieron Ronald Campuzano Ramírez (31), Carlos Parreño González (34), Víctor Zumba Crespo (43), Andrés Arámbulo Goyes (48) y Edwin Chanalata Belaña (38).

Adicionalmente, el atentado dejó a 11 personas heridas, entre ellas dos adolescentes de 17 años, quienes también se encontraban en el sitio, según reportó la Policía Nacional.

Carlos Parreño, uno de los asesinados, participaba en el torneo. Él era docente parvulario y había viajado desde el cantón Montalvo hasta La Unión, para demostrar sus habilidades en la billa. En la tarde, el profesor compartió en su estado de WhatsApp que estaba culminando la jornada pedagógica con sus estudiantes y agradeciendo a Dios por un día más de labores cumplidas.

Esas imágenes de sus últimas actividades con los estudiantes, se viralizaron después del ataque en grupos de WhatsApp con mensajes de nostalgia.

Parreño era hijo único y conocido en la calle 27 de Mayo, de Babahoyo, donde vivió con su madre Patricia González. Varias personas que tenían amistad con él se movilizaron a la morgue de la capital riosense, para esperar sus restos.

El profesor vivía en Montalvo con su esposa y sus tres hijos, pero impartía enseñanza en una unidad educativa del cantón Baba.

“Su afición por la billa hizo que viajara tan lejos de su casa, a donde nunca más regresó con vida”, expresó una allegada a la familia de Parreño.

Otra víctima colateral fue Víctor Zumba, a quien en La Unión conocían como Zumbita. Él era panificador y todas las tardes recorría la parroquia ofreciendo el producto que elaboraba en su domicilio.

Juana Troya, esposa de Víctor, contó que su marido había llegado al billar para cobrar a unos clientes que se encontraban al interior del local. “Mi hija dijo que después de vender el pan retornó a casa a dejar el canasto y volvió a salir rumbo al billar”, detalló.

Cuando se enteraron de la agresión fueron en busca de Zumbita, quien estaba ensangrentado en el piso. Al hombre lo tomaron en brazos y lo trasladaron a un centro médico, donde les dijeron que ya no tenía signos vitales. Luego lo llevaron a casa y ahí la policía realizó el levantamiento.

Además del docente y el panificador, tres víctimas más fueron llevadas a la morgue de Babahoyo para los trámites de ley.

Según testigos, alrededor de diez sujetos que llegaron en dos motocicletas y en un carro perpetraron el hecho y, además, se sustrajeron una camioneta y balearon otra que estaba a unos 30 metros.

Los habitantes de la parroquia quedaron aterrados, porque empezaron a compartirse videos y audios anunciando un nuevo ataque en la madrugada de este uno de julio.

La Policía reforzó el personal en el sitio e investiga el origen del suceso. La Intendencia de Policía informó sobre la clausura del local una vez que Criminalística recabe toda la información. (TOF)

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