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Quevedo: La razón de la masacre que dejó seis muertos y dos heridos
Las investigaciones señalan que dos de las víctimas mortales le habrían robado a un Grupo de Delincuencia Organizada (GDO)
En el sector Baldramina de la parroquia San Cristóbal, se registró una masacre con seis muertos y dos heridos, el sábado 2 de diciembre.
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Los moradores del barrio adornaban las calles con luces navideñas cuando ocurrió el hecho violento.
Un grupo de jóvenes que estaban reunidos en una tienda fueron atacados por sujetos que llegaron en dos carros a tirarles ‘plomo’.
Los sicarios se bajaron con armas tipo fusil y dispararon a todo lo que se movía, dejando los cuerpos regados en la calle.
Las víctimas son Denis Morante Campos, de 27 años, conocido con el alias de Jeremito, quien tiene historial delictivo por robo y tráfico de drogas. Su hermano Eddy Morante Campos, de 22, quien era conocido como Chibolo.
Los otros occisos fueron identificados como Andy Morales Morante, de 18 años, Carlos Alfredo Cuzme Zambrano, de 33; José Andrés Flores Canga, también de 33, y Alberto Caice Yela, de 21.
La Policía presume que se trataría de un ajuste de cuentas contra dos de las víctimas porque fueron directo contra ellos y los remataron en el piso.
Los implicados supuestamente se habrían ‘pateado’ un cargamento de droga y los dueños de la misma fueron a ‘cobrárselos’. En la escena se encontraron municiones de fusil calibre 2.23 y 5.56, además de 9 milímetros.
Baleado afuera de casa
A las 22:45, en el barrio El Mango, de la parroquia San Cristóbal, fue asesinado otra persona. Se trataría de Darío Javier Aules Caicedo, de quien según sus familiares había llegado de visita a la zona y cuando estaba en la parte de afuera de la vivienda lo balearon en el pecho y la cabeza.
Menor de edad asesinado
Sujetos armados llegaron hasta el barrio Colonia manabita, en la calle Eduardo Seminario y abrieron fuego contra un grupo de panas que bebían licor.
Los pistoleros, según testigos, llegaron en una camioneta y dispararon a todos. Dos de ellos se metieron a la casa, pero fueron perseguidos por los antisociales y los remataron en el patio.
Las víctimas eran Joel Darwin Ponce Rodríguez, de 17 años, y un sujeto a quien lo apodaban como Gilmar, de 18.
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