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Militares y policías refuerzan la seguridad en las cárceles del país
Extra se pudo adentrar hasta los pabellones más recónditos de las celdas de la cárcel de Loja
En medio del tumulto de preocupaciones y desafíos que enfrentan las instituciones carcelarias, una brisa de seguridad y calma parece haber llegado con la reciente presencia de la Policía y el Ejército en las cárceles del país. Un cambio que no solo ha sido notado por las autoridades, sino también por aquellos que residen detrás de los muros de concreto y alambre de púas.
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En un recorrido exclusivo realizado por Diario Extra, se pudo adentrar hasta los pabellones más recónditos de las celdas de la cárcel de Loja, donde la observación reveló un panorama de orden y convivencia entre los privados de libertad. La presencia de las Fuerzas Armadas ha traído consigo una sensación de seguridad que antes parecía inalcanzable. Los internos afirman sentirse protegidos y libres de las extorsiones y desmanes que anteriormente acechaban sus días.
La alimentación, piedra angular de la salud y bienestar de los reclusos, ha dado un giro notable. Basada en una dieta balanceada de proteínas y fibra, la hora del almuerzo se ha convertido en un ritual de orden y respeto. Los internos salen de sus celdas en fila, cada uno guardando el espacio del otro, reflejando una nueva dinámica de convivencia que parece haber surgido bajo el amparo de la vigilancia militar.
Uno de los reclusos, quien prefirió mantenerse en el anonimato, compartió su experiencia desde la llegada de los uniformados. Destacó que ahora se sienten genuinamente resguardados, agradeciendo al presidente Daniel Noboa por esta decisión que ha transformado su día a día. La sensación de tranquilidad es palpable, y la ausencia de extorsiones y violencia ha devuelto una sensación de normalidad a sus vidas.
Los efectivos militares y policiales, por su parte, han demostrado un compromiso excepcional con su labor. Más que simples guardianes, se han convertido en protectores de los derechos y la integridad de los internos. Su presencia constante y su preocupación por el bienestar físico y mental de los reclusos han sido destacados por las autoridades carcelarias.
Pedro Murgueyto, director del Centro de Rehabilitación Social de Loja, ha confirmado la mejora en la seguridad y el ambiente carcelario. Sin embargo, no todo es perfecto, ya que ha expresado preocupación por la reciente desaparición de uno de los internos. Aunque se está investigando el incidente, asegura que los uniformados continúan velando por la seguridad y respeto de todos los reclusos.
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