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Milagro en Babahoyo: Mujer que fue velada por cuatro horas, volvió al hospital con vida
A la adulta mayor la regresaron a la misma casa de salud que la declaró muerta. Le iban a cambiar la ropa y aplicarle el formol y de repente, reaccionó
Jesús Suárez llevaba dos fundas de galletas al velorio de Bella Yolanda Montoya, de 76 años, pero en el trayecto se desvió al hospital Martín Icaza, de Babahoyo (Los Ríos), porque le dijeron que su amiga “había resucitado”.
“Está viva, me dijo el hijo, y vine a verlo con mis propios ojos. Es un caso increíble, pero vamos a esperar lo que digan los doctores”, explicó la fémina.
El suceso, al que todos califican como un milagro, se registró cerca de las 19:00 del pasado viernes 9 de junio, en una sala de velación de las calles Olmedo y García Moreno, centro de Babahoyo.
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Allí se estuvo velando a Bella desde las 14:00, en un ataúd obsequiado, pues sus deudos son de escasos recursos económicos. Gilbert Babera Montoya, hijo de la adulta mayor, confesó que lloró a su mamá hasta en el piso, cuando el médico que la atendió les informó que había fallecido.
“La ingresamos la madrugada del viernes y al mediodía me dijeron que había muerto. Empezamos a hacer los trámites mortuorios y la llevamos a una sala de velación prestada por unos vecinos”, refirió su consanguíneo.
- NO 'PARARON BOLA' A LOS GOLPES
Según el pariente, hasta ese momento todo parecía normal, hasta que llegó el momento de cambiarle la ropa y aplicarle formol. “Se había ido la energía eléctrica y no pudimos ponerle el formol apenas la sacamos del hospital. Ya habían pasado como cuatro horas y a ratos escuchábamos golpes en el ataúd cerrado, pero no hicimos caso”, contó Gilbert.
Eran las 18:50 cuando abrieron el féretro para cambiarle la ropa y ahí se percataron de que la ‘muerta’ se movía. Entre los hijos trataban de voltearla para que respire mejor, mientras otros allegados llamaron a una ambulancia.
Ella aún tenía el brazalete de plástico que le colocaron en el hospital con su datos y asimismo fue trasladada nuevamente a la casa asistencial donde la declararon sin vida. En medio del ‘corre, corre’ Gilbert llamaba por teléfono y les contaba a sus deudos la buena noticia. Todos lo consideran un milagro.
Bella había pasado por un derrame cerebral que le quitó la movilidad en la mitad de su cuerpo, pero aún caminaba con leve dificultad. La madrugada del viernes la trasladaron al centro médico, porque no podía respirar bien. Esa misma mañana reportaron su fallecimiento.
- AL PARECER, LA DESCONECTARON
Una allegada a la familia, que es enfermera y pidió la reserva de su identidad, comentó que a Bella la desconectaron con un pulso 90/60 y en ningún momento le pusieron una vía.
De ahí surgió el enojo de los hijos de la paciente, quienes buscaban al médico que les entregó a su progenitora sin vida. “Los doctores solo me dicen que mi mamá está en estado de catalepsia y se encuentra respirando de forma artificial”, manifestó.
Hasta el mediodía de hoy (10 de junio) ningún familiar conocía el estado de Bella y tampoco los directores del hospital ofrecieron declaraciones respecto a lo ocurrido. Gilbert y sus hermanos esperaban, fuera del nosocomio, alguna respuesta favorable sobre el estado de la paciente.
Para la familia de la paciente ha sido un antes y después. Gilbert, por ejemplo, confía en que Dios le devolverá a su progenitora. “Mi mamá tenía derrame y yo la atendía, le daba de comer. Ella se sentaba y caminaba en casa”, recordó.
- DIOS TIENE LA ÚLTIMA PALABRA
Cristina Alvarado, creyente evangélica hace 13 años, expresó que en estos casos Dios tiene la última palabra. Como sobreviene de un milagro, la fémina aseguró que quizás el Todopoderoso tiene un propósito en la vida de Bella. “Vivimos en tiempos de milagros. La ciencia existe, pero Dios es más grande y si Él decide que aún no es su tiempo de partir, ella se levantará de esa cama para la gloria de nuestro Creador”, añadió.
Los vecinos de la calle Olmedo aún no salen del asombro por lo acontecido; primero, por solo imaginar las cuatro horas que Bella estuvo encerrada en el sarcófago, y, segundo, por el milagro.
Pedro Freire fue quien grabó el video que se difundió en redes sociales. El comunicador describió el caso como un hecho insólito. Con su trabajo, el hombre quiso ayudar a la familia, que empezaba a desesperarse ante la falta de una ambulancia.
Después del suceso, la funeraria que donó la caja procedió a retirarla junto con el cortinaje que ya estaba colocado al ingreso del local. Solo faltaban las sillas, pero no las llevaron después del alboroto que se armó.
- SIN RESPUESTA
Frente a todo esto, EXTRA solicitó una versión oficial del caso a los médicos y directivos del hospital, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. Lo único que manifestaron es que están a la espera de un informe médico de la paciente para luego emitir un pronunciamiento.
- PODRÍA TRATARSE DE UNA CATALEPSIA
La catalepsia es un trastorno neurológico que afecta al sistema nervioso central y se caracteriza porque quien lo padece presenta rigidez muscular, no hay respuesta a los estímulos, suelen perder la sensibilidad al dolor, y la respiración y el pulso se vuelven casi imperceptibles, débiles, casi indetectables.
“En estos casos es necesario recurrir a exámenes especializados como electrocardiograma y electroencefalograma; no obteniendo ningún registro se declara a un paciente legalmente muerto”, explica la neuróloga y médico internista María Eugenia Yépez.
Estos pacientes se ven tan pálidos que toman el aspecto casi cadavérico, de ahí su nombre catalepsia, proveniente de las palabras griegas catapulta y narcolepsia, que significan “casi muerto”.
En algunos casos pueden escuchar y sentir lo que está ocurriendo a su alrededor, pero no pueden reaccionar. “En el caso de Bella, habría que averiguar los antecedentes antes de catalogarla con el diagnóstico de catalepsia”, concluye la doctora.
- "ES COMO UN PROFUNDO COMA"
Para el doctor Gustavo Cáceres, la catalepsia es como un estado de coma. “Luego sucede una ‘chispa’ en el cerebro que reactiva todas las funciones, es más o menos como una computadora que se desconecta, mantiene a un 20 o 30 % el suministro de oxígeno y de sangre, suficientes como para que el cerebro no fallezca. Es una reserva que tiene”, expresa el médico.
Asimismo, indica que la persona puede permanecer en ese estado días o semanas, es indeterminado. Quienes padecen de Parkinson, epilepsias o consumen drogas podrían ser las personas más propensas a tener estos episodios. “Su sistema neurovegetativo no es igual al de una persona sana”, señala.
Cáceres, quien maneja datos históricos, señala que antes, por los años 1492-1542, si no se detectaba el pulso y los latidos del corazón, la última instancia era poner un espejo a la altura de la nariz y si este se empañaba (efecto del vapor de agua por efecto de la respiración), la persona seguía viva.
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