La mañana del 15 de diciembre, la tranquilidad de la comuna San Pablo, en la provincia de Santa Elena, se vio sacudida por el hallazgo de un cadáver en un terreno baldío cercano al cementerio general.

La víctima era un hombre de entre 25 y 30 años y presentaba evidentes signos de tortura y múltiples cortes de arma blanca. El caso ha dejado consternados a los pobladores.

El cuerpo, empolvado y rodeado de manchas de sangre, fue descubierto por residentes locales que quedaron atónitos ante la escena. “Parece que lo trajeron para matarlo aquí. Por las huellas que se ven, lo arrastraron. Esto debió ocurrir en la madrugada, porque ayer no había nada por aquí”, relató un testigo de la zona.

La víctima, de contextura delgada, vestía una camiseta marrón, bermuda de jean y zapatos deportivos rojos. Sin embargo, los agentes que llegaron al sitio no encontraron documentos que permitiera identificarlo.

Personal de la Unidad de Muertes Violentas y de Criminalística no pudieron levantar muchos indicios debido a la lejanía del área y la falta de cámaras de seguridad.

Los peritos esperan obtener información clave que permita identificar a los responsables del crimen.

Crímenes no cesan

El activista Drino Nieto, del colectivo Despierta Santa Elena, manifestó su preocupación por el incremento de la violencia en la región: “Es lamentable que, a pesar de los operativos conjuntos entre la policía y el ejército, las bandas criminales sigan operando con tanta impunidad. Es momento de tomar medidas más drásticas para devolver la seguridad a nuestra península”.

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El hallazgo de este cadáver no solo despierta temor entre los habitantes de San Pablo, sino que reabre el debate sobre la creciente inseguridad que azota a la provincia de Santa Elena en donde al cierre de esta semana se han reportado cuatro crímenes, cifra similar a la semana pasada. 

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