“Queremos a Mishell, en cualquier condición, pero la queremos con nosotros”, es la súplica desesperada de la familia de Mishell Sánchez Haro, de 15 años, quien se presume se extravió el sábado 3 de agosto de 2024, en una ladera del volcán Tungurahua, en la zona del cantón Penipe, en la provincia de Chimborazo.

Las lágrimas ruedan por el rostro de Silvana Medina, tía de la adolescente. Han pasado tres días desde la desaparición y la familia ha considerado diversas posibilidades. “Sería un milagro si Dios nos devuelve a Mishell con vida. Eso es lo que todos esperamos. Pero si no es así... -su voz se quebranta- ¡queremos recuperar su cuerpo! ¡No nos abandonen sin encontrarla!”, clamó.

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La familia es consciente de las inclemencias del frío en la zona donde se perdió la quinceañera. Sonia señala que Mishell es una atleta experimentada y había recorrido ese camino muchas veces. La mañana del sábado 3 de agosto, cerca de las 11:00, acompañó a su padre, Franklin Sánchez, a revisar a los animales en el páramo. Luego, pidió permiso para ir al volcán, llevando sus implementos.

A Franklin no le pareció extraño esperar hasta las 20:00, ya que ese era el tiempo normal para completar la travesía. Sin embargo, al ver que su hija no regresaba, llamó a un amigo y salió en su búsqueda. “Creyó que a lo mejor se torció un pie y por eso no volvía”, comenta Sonia.

El lunes 5 de agosto, Franklin, quien presentaba signos de hipotermia, no pudo hallarla y pidió ayuda a las autoridades. Desde ese día, personal de diferentes instituciones, como el GAD municipal de Penipe, Policía, Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos de Penipe, Ministerio de Gobierno, Secretaría de Gestión de Riesgos, así como familiares y más de 50 comuneros que conocen bien la agreste zona, participan en la búsqueda.

Para esta familia, el trail es parte fundamental de sus vidas. En muchas ocasiones, Mishell recorrió esa zona junto a su madre y su hermana. Las hipótesis actuales sugieren que tal vez quiso romper su récord y fue más allá de donde solía dar la vuelta.

Su padre y los rescatistas encontraron sus huellas en el monte. “Llevaba sus zapatos especiales para correr”, aseguraron. Los vestigios los llevaron a comprobar que la chica pasó barrancos a través de cuerdas y continuó más adelante.

Los familiares acompañan a los rescatistas, y solo unas pocas personas permanecen en los diferentes puntos establecidos en varias comunidades, esperando noticias. “Ese día estaba despejado. Creemos que siguió y no se dio cuenta de la hora. A lo mejor, se desorientó y regresar sin luz es imposible”, explica la familia.  Hasta el cierre de esta edición, aún no había noticias sobre el paradero de Mishell.

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