El incendio forestal que afecta al cantón Quilanga, en la provincia de Loja, seguía activo tras nueve días de intensas labores de control. Según la última actualización de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, el siniestro ha consumido 6,800 hectáreas hasta la mañana del 31 de agosto. La situación sigue siendo crítica, y la comunidad local, los bomberos y las fuerzas armadas continúan enfrentando el fuego con gran determinación.

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Los esfuerzos combinados de los bomberos, las fuerzas armadas y los habitantes de la zona han sido cruciales para la lucha contra el fuego, que ha causado importantes pérdidas económicas a los agricultores, especialmente en las áreas de San Antonio de las Aradas. A pesar de los desafíos, la respuesta ha sido decidida y colaborativa.

En una muestra de solidaridad internacional, el país hermano Perú ha enviado dos helicópteros cisternas y un equipo de 12 uniformados para apoyar en la tarea de controlar el incendio. Desde su llegada a territorio ecuatoriano, los profesionales han trabajado arduamente para sofocar el fuego y mitigar su impacto. La colaboración transnacional subraya el compromiso regional para enfrentar desastres naturales y apoyar a las comunidades afectadas.

El trabajo en el terreno ha sido extremadamente arriesgado. Varios bomberos han sufrido quemaduras graves durante las operaciones. Edwin Michael Ortiz Saritama es uno de los más afectados, presentando quemaduras profundas que lo mantienen en el área de quemados del Hospital Isidro Ayora de Loja. Los servicios médicos y el personal de emergencia están realizando un esfuerzo monumental para brindar atención adecuada a los heridos y garantizar su recuperación.

En respuesta a la emergencia, la gobernadora Alexandra Jara ha afirmado que el gobierno nacional se mantiene atento a la situación y ha asignado recursos económicos para combatir el incendio. Además, se están organizando centros de acopio para proporcionar ayuda humanitaria a las familias que han perdido todo y para apoyar a quienes continúan trabajando en la zona de riesgo. Estas acciones reflejan un compromiso con la recuperación y el bienestar de la población afectada.

El director de la Corporación de Ferias de Loja, Diego Lara, ha informado que, junto con la mesa turística, se encargará de proporcionar alimentación y hospedaje a los militares y pilotos peruanos que están colaborando en el control del incendio. Esta medida se mantendrá hasta que el fuego sea completamente extinguido. Además, se están implementando medidas de prevención y estrategias a largo plazo para restaurar las áreas afectadas y prevenir futuros incidentes.

La comunidad sigue unida en este esfuerzo por superar una de las peores emergencias forestales que ha afectado a la región en años. Las autoridades continúan trabajando sin descanso para controlar la situación y mitigar los daños ocasionados por el siniestro. Mientras tanto, la solidaridad local e internacional continúa siendo un pilar fundamental en la respuesta a esta crisis.

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