Después de una semana donde los 'diablos' se pasearon por todo Píllaro, en la tradicional Diablada Pillareña, fiesta patrimonial del cantón, fueron los 'ángeles' que cerraron las celebraciones.

La Diablada se realiza cada año del 1-6 de enero. Durante esa semana salen niños y adultos disfrazados de los diferentes personajes, el principal es el diablo. A eso se suman las guarichas, parejas de línea que van al ritmo de las bandas de pueblo.

Los turistas disfrutaron los seis días. El domingo 7 de enero decenas de jóvenes desfilaron vestidos de blancos por las calles donde un día antes se cerró la fiesta cultural de los diablos.

Turistas mencionaban que se estaba santificando el “diablódromo” o las calles donde se concentraron las personas que se disfrazaron.

El párroco del cantón José Luis Frías explicó que el programa religioso busca fortalecer la fe de los jóvenes que asisten a la catequesis. El recorrido de los ángeles fue por unas 20 cuadras y culminó en la iglesia matriz la tarde del domingo. 

El monseñor Geovanny Pazmiño dirigió la misa campal donde también se dio la bienvenida al nuevo año.

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