La comunidad educativa y familiar de la ciudad de Esmeraldas se encuentra conmocionada por la partida inesperada de “Ana” (nombre protegido), una adolescente de 17 años que tomó la fatal decisión de quitarse la vida en el mismo cuarto donde su madre lo había hecho dos años atrás.

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Sus restos fueron sepultados la mañana de este sábado 15 de junio de 2024, en el Cementerio General de Esmeraldas, en medio de la pena y consternación de sus amigos, familiares y compañeros de colegio.

"Estoy destrozada, no puedo creer que mi amiga se haya ido de esta manera", dice una compañera de clase cuya identidad omitiremos por tratarse de una menor de edad. Ella describe a “Ana” como una persona muy reservada, pero que siempre estaba sonriente y las hacía reír. “Pero por dentro estaba sufriendo. Nunca imaginamos que estaba pasando por algo tan difícil", acota la amiga de “Ana”.

La madre de “Ana”, quien también se quitó la vida hace dos años, aparentemente por depresión tras a muerte de su esposo en un hecho violento, dejó a la adolescente sin el apoyo emocional fundamental que necesitaba. "Ella perdió a sus padres a muy corta edad, y eso la llevó a sentirse sola y abandonada", explica su tía, Rosa. "Era una niña muy sensible, y la pérdida de su padre y luego de su madre la afectó mucho. Quizás no supimos cómo ayudarla en ese momento", reconoce la mujer.

En el entorno de “Ana”, nunca nadie sospechó que ella podía quitarse la vida. Un maestro de la Unidad Educativa 5 de Agosto, donde ella estudiaba, dijo que nunca vio señales suicidas en ella, sin embargo asegura que era un poco reservada, callada y que en ocasiones no salía a recreo.

Según el reporte forense, “Ana” se quitó la vida colgándose de una viga de su vivienda ubicada en el sector Propicia 2, en el sur de la ciudad de Esmeraldas, aproximadamente a las 17:00 del pasado 13 de junio.

"Lamentablemente, no hubo señales de alerta que nos permitieran intervenir a tiempo", dice el agente de policía, Carlos Gómez. "Es importante que estemos atentos a los cambios de comportamiento de nuestros familiares y busquemos ayuda profesional si es necesario", añade.

El suicidio es un tema que sigue siendo tabú en nuestra sociedad, pero es crucial abordarlo para prevenir futuras tragedias. "La comunicación y el apoyo emocional son fundamentales en la prevención del suicidio", explica la psicóloga, Dra. Diana Rodríguez. "Es importante que las personas se sientan escuchadas y comprendidas en momentos de crisis emocional. En el caso de Ashley, tal vez no encontró el apoyo suficiente para superar la pérdida de su madre".

Según la doctora Rodríguez, la trágica muerte de “Ana” nos recuerda la importancia de prestar atención a la salud mental de nuestros seres queridos y de estar alerta a cualquier señal de que puedan estar atravesando un momento difícil.

En Ecuador, las tasas de suicidio en adolescentes oscilan entre 7,5 y 13,6 por cada 100.000 habitantes, según el INEC, lo que constituye del 15% al 20% de las defunciones por causas externas en este segmento etario.

Se reconoce a este problema como un fenómeno complejo con múltiples factores. Entre ellos, los intentos de suicidio previos destacan como predictores clínicos significativos. Otros elementos incluyen trastornos del ánimo, factores neurobiológicos, consumo de sustancias psicoactivas, historial familiar de comportamiento suicida, impulsividad y agresividad, emociones negativas, vivencias adversas y conductas autolesivas.

"Ashley no estaba sola, pero se sintió sola", dice su tía. "Esperamos que su muerte no haya sido en vano y que podamos aprender de ella para prevenir futuras tragedias".

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