“Mi gordo, ¿por qué me dejaste? Ñaño, levántate, no me dejes”, gritaba Narcisa Quinto sentada en la puerta de la morgue de Daule. Su primo Edwin Orlando Alvarado Quinto fue acribillado en la vía El Laurel, la tarde del lunes.

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Dos camionetas le cerraron el paso cuando transitaba cerca del recinto La Lorena. Varios sujetos armados se bajaron y quisieron llevarse a la fuerza a Edwin. Él habría puesto resistencia y por eso le descargaron más de cuatro disparos en la cabeza y tórax, dejándolo sin vida, boca arriba, junto a su motocicleta. Los gatilleros fugaron con dirección a la vía Daule - Santa Lucía, según las primeras indagaciones.

Denis Quintero confirmó a EXTRA que su sobrino Orlando salió con dirección al recinto El Mate de Santa Lucía para pagar a unos trabajadores que realizaban un semillero por él. “El dinero que llevaba mi sobrino era del bono de la esposa que había retirado. No sé por qué la policía se llevó la plata, si era legal; hasta el teléfono de mi sobrina que estaba llamando a mis demás familiares se lo quitaron”, dijo.

La familia teme que el dinero se pierda, sobre todo porque lo necesitan para los trámites legales y el funeral. Hasta ayer, la policía explotaba las cámaras de seguridad de la vía a Laurel y del recinto La Lorena para tratar de identificar a los implicados y determinar su motivación, ya que, según los familiares de la víctima, Orlando no tenía enemigos.

El coronel Marcelo Castillo Pantoja, jefe del distrito policial de Daule, manifestó que la escena del crimen fue alterada al 100% y que se descarta el robo, porque la víctima tenía el dinero y todas sus pertenencias. “Dos de los disparos fueron directo a la cabeza, fue una muerte selectiva”, detalló el uniformado.

Alvarado Quinto vivía junto a su esposa Beatriz y sus tres hijos menores de edad en el recinto Río Nuevo. “Edwin estaba muy ilusionado de que su cuarto hijo naciera en las próximas semanas”, recalcó un familiar.

Como Adilson Josué Mite Anzures y Vicky Michelle Chiriguaya Quintana fueron identificadas ayer, por la policía de Daule, las dos víctimas del ataque armado en los exteriores del hospital Vicente Pino Morán.

Las víctimas, que tenían 24 años, fueron sorprendidas por varios sujetos a bordo de dos motocicletas, quienes les dispararon. Ellos estaban esperando los exámenes médicos de un amigo.

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Los allegados de los fallecidos, tras culminar los trámites en la morgue local, retiraron los cadáveres de sus seres queridos, evitando dar declaraciones a la prensa; solo expresaron a la policía que ellos residían en diferentes sectores del cantón.

El coronel Castillo Pantoja confirmó que en el lugar de la balacera se recogieron 30 casquillos percutidos de 9 milímetros.  “ Ya eran blancos seleccionados, presumiblemente por represalias”, enfatizó el jefe policial.

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