El tatuaje del conejo Bugs Bunny agarrando un arma junto a la frase ‘Plata o plomo’ grabada en el pecho, son dos de las marcas que asocian a Ángel Menéndez Arteaga con el mundo criminal. Conocido con el apelativo de Cara Sucia, por las manchas que llevaba en su rostro desde temprana edad, este ‘pelado’ habría estado vinculado en varios hechos delictivos.

La noche del martes 4 de junio de 2024 la historia de este sujeto llamado también Niño Sicario llegó a su fin. Varios hombres entraron a su casa en el sitio El Bejuco, de Chone, provincia de Manabí, para descargarle varios disparos. En un hospital local se confirmó su deceso. Apenas tenía 18 años.

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“Ay, Dios mío, por favor, quítame la vida a mí y dásela a mi hermano”, gritaba una mujer mientras Cara Sucia era llevado en una ambulancia. La dramática escena causó conmoción en el vecindario y entre los policías y bomberos que arribaron al sitio.

Una fuente policial consultada por EXTRA contó que este personaje habría iniciado sus andanzas delictivas a los 13 años. Fue ‘enrolado’ en la organización delictiva Los Cornejos, uno de los brazos delictivos de Los Choneros, pero a raíz de la muerte de alias Rasquiña, en 2020, buscó su camino.

“Este personaje habría sido preparado para cometer hechos como sicariatos y también actividades como el expendio de drogas. Era muy ágil en el accionar delictivo y por ello se convirtió en un dolor de cabeza para los grupos organizados rivales”, explicó la fuente.

En septiembre de 2022, Cara Sucia sembró el terror en Calceta junto a integrantes de su organización. Habrían ejecutado extorsiones y muertes violentas para tratar de adueñarse del territorio para la venta de droga. Fue allí que creció la rivalidad con Los Fatales, otro brazo armado de Los Choneros.

Según la fuente policial, Los Fatales estarían detrás del ataque a Cara Sucia del 25 de noviembre de 2022. Además de la lucha por territorio, se decía que el Niño Sicario había asesinado a un familiar de Adolfo Chávez, líder de Los Fatales.

Pero ese atentado a balas no apagó su vida y un día después del intento de asesinato, siete sujetos armados con fusiles y armas cortas ingresaron de forma abrupta al Hospital Napoleón Dávila Córdova, de Chone, en donde Cara Sucia permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos. El objetivo era rematarlo.

Los antisociales se tomaron la casa de salud, amenazaron y apuntaron con armas a médicos y enfermeras y atemorizaron a otros pacientes, aquella noche del 26 de noviembre. Protagonizaron una escena de película de terror.

Agentes de la Unidad Antisecuestro capturaron a los sujetos y evitaron que ocurra una desgracia en el hospital manabita. Cara Sucia posteriormente fue trasladado a otra casa de salud del país, sin que se dieran mayores detalles por seguridad. No se lo volvió a mencionar, hasta la noche del martes, cuando se registró su asesinato.

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