Dolor y asombro. En el cantón Buena Fe, de la provincia de Los Ríos, existe mucho desconcierto por el asesinato de tres jóvenes en una peluquería del centro de la ciudad. Las víctimas eran amigos y jugaban en equipos de fútbol de segunda categoría y participaban en torneos barriales de la localidad. Eran ‘harta pelota’.

Los ‘panas’ Bryan Farías Conforme, de 26 años; Érick Saltos Pacheco, de 25, así como a Jefferson Engracia Marín ( 25), estaban en el local de la avenida Lucía Gilces y Felipe Álvarez, cerca la iglesia central de la localidad, cuando cerca de las 12:00 del viernes 9 de febrero de 2024, los atacaron a balazos.

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El establecimiento era de Engracia, a quien llamaban Pantera por las ‘voladas’ que se mandaba cuando defendía el arco. Fácilmente no le entraba un balón a este arquero. Cuando no jugaba atendía en su peluquería, a donde también llegaban sus amigos para ‘peluquearse’ y conversar de sus anécdotas.

Hasta allí había llegado Saltos, quien para algunos conocidos también era un buen jugador de fútbol. Era como un 10 que armaba a cualquier equipo, y quien también se ‘pegaba’ unas jugadotas.

Según allegados, el viernes 9 de febrero de 2024, los jóvenes estuvieron en el lugar equivocado cuando fueron baleados por un gatillero, porque ellos no tienen problemas con nadie, eran deportistas.

El sospechoso de este ataque múltiple es un sujeto que aquel viernes andaba con camiseta de rayas rojas y una gorra, al que habrían visto cruzar la calle, cerca de la peluquería y después los atacó.

Érick Saltos perdió la vida en la peluquería. Él habría intentado correr hasta el baño, pero un disparo en la cabeza lo dejó sin vida. Engracia fue trasladado por bomberos hasta el hospital Sagrado Corazón de Jesús en Quevedo; sin embargo, los médicos comprobaron su deceso. A Farías lo trasladaron a una clínica de Buena Fe, pero también falleció.

La Policía hasta el momento solo ha mencionado que están en investigaciones sobre el triple crimen, que por medio de los videos de las cámaras de seguridad de la zona, ya tendrían identificado al atacante.

Entre las hipótesis que manejan los investigadores policiales es que uno de ellos habría tenido alguna riña y lo buscaron en la peluquería para cobrársela a plomo, justamente cuando había más personas.

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