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Sucesos
Atacames: Motorizado menor de edad se estrelló contra caballo y ambos murieron
Un corcel se habría cruzado en la vía que conecta a Esmeraldas y Atacames. El animal habría causado el accidente. La oscuridad de la madrugada también hizo lo suyo
Eran las 04:40 del 14 de agosto. Un joven de 17 años se dirigía en motocicleta hasta su lugar de trabajo, una hacienda ganadera situada en la vía a Muisne. Al parecer en la carretera E15, que conecta los cantones Esmeraldas y Atacames, a la altura del paso lateral Tonsupa-Súa, un caballo se le habría cruzado en el camino. Como estaba oscuro, no lo vio, se chocaron y ambos murieron.
Los cuerpos sin vida estaban a unos cinco metros de distancia uno del otro. A un costado de la carretera quedaron el vehículo liviano y el casco del motorizado hecho pedazos.
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“Él había salido de la casa unos 10 minutos antes del choque con el animal. Tenía que estar a las 05:00 en la finca”, lamentó María Moreira, familiar del fallecido.
Según allegados, el menor de edad tenía dos meses de haber adquirido el transporte. Madrugaba para coger bus y llegar hasta el ‘camello’, pero “a veces no había carro, por lo que la moto se la compró por necesidad”, explicó un pariente, quien indicó que el joven era graduado de primaria y dejó en la orfandad a una niña de seis meses de nacida.
- ‘PILAS’ CON LOS ANIMALES
María Cagua vive en las inmediaciones de donde ocurrió el accidente y asegura que en ese sector a menudo hay caballos, vacas y mulas en la carretera, lo cual representa un peligro para los conductores.
Un motorizado que se moviliza diariamente por la zona confirma lo que dice María. Afirma que ha estado a punto de impactarse con esos animales, pero que ha logrado esquivarlos a tiempo.
El ciudadano cree que los caballos son amarrados por los propietarios de las fincas del sector con el objetivo de que pasten durante la noche, pero no toman las precauciones de situarlos lo suficientemente alejados de la vía.
- LEVANTAMIENTO DE CADÁVERES
El cuerpo del muchacho fue llevado por agentes policiales al Centro de Medicina Forense de Esmeraldas, mientras que Campeón (como se llamaba el caballo) fue levantado del sitio y trasladado a la finca de donde se habría escapado. Allí tenían previsto enterrarlo.
Su dueño lo utilizaba para movilizarse en su finca y sacar la cosecha de cacao. Campeón era su ‘compañero’ de trabajo.
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