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Angochahua, un destino de bordados, cultura y aventura
Esta acogedora localidad de la provincia de Imbabura fue designada como uno de los mejores pueblos rurales
Angochagua es uno de los 18 mejores pueblos rurales del mundo. Su denominación fue dada en 2022 por la Organización Mundial del Turismo. Es un lugar mágico ancestral. Es parte del Geoparque de Imbabura por sus atractivos ambientales y culturales.
Su población no pasa de 4 mil habitantes y se la conoce mejor si se recorre por sus senderos, miradores y se comparte con su comunidad. Los visitantes pueden cocinar, ordeñar y conocer cada una de las técnicas ancestrales que emplean los comuneros.
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Jaime Zarzosa, bordador de la comunidad de Zuleta refiere que este oficio pasa los 120 años y en ese sector existen familias que pasan las sextas generaciones involucradas en el quehacer entre hilos y lanas de colores.
Columpio en la montaña
En esta tranquila comunidad las emociones se aceleran al estar en la cima de la montaña. Después de unos 40 minutos de ascenso por senderos empinados y estrechos, se llega hasta el mirador Muchanakun Rumi (las piedras que se besan, su significado en español).
Cristina Mejía visitó la parroquia por primera vez al inicio de marzo. Aunque casi se quedó sin aliento al subir el sendero, avanzó hasta alcanzar la cima. Sobre el cerro existe un columpio que da al precipicio.
Desde arriba también se aprecia a Angochagua, el norte de Ibarra y Yahuarcocha. En lo alto hay una pequeña cabaña donde los exploradores reposan para dejarse sorprender por la belleza de la naturaleza.
Comida preparada con técnica ancestral
Por la comida no se preocupe. Una vez que concluya sus recorridos por Zuleta puede deleitar el paladar con comidas propias de la localidad. Le ofrecen carne de cordero asada con vegetales o si desea algo más ancestral podrá participar de alguna técnica de la Pachamanka que es cocción de alimentos bajo tierra.
En esta comunidad que está a dos horas de Quito, la capital ecuatoriana y a 15 minutos de la ciudad de Ibarra, se puede aprender de su cultura milenaria, caminar por los senderos y escalar en los cerros y vivir una aventura placentera.
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