La última vez que fueron vistos los amigos Terry Adrián Chávez Cedeño, de 30 años; Borys Anthony Zambrano García, de 23, y Erwin Cecilio Arteaga Torres, de 42, estaban en la playa del balneario de San Jacinto, en el cantón Sucre, en el norte de la provincia de Manabí.

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Los tres hombres quienes se habrían dedicado a actividades de comercio eran oriundos del cantón Chone, según un allegado de unos ellos. Los ‘panas’ se habrían desplazado unos 68 kilómetros desde la zona de sus domicilios hasta el conocido balneario. “Dijeron que iban a la playa. Se fueron muy temprano el domingo (25 de agosto) y desde allí no supimos más nada”, precisó el pariente.

Al llegar la noche de ese domingo, ellos no volvieron a sus hogares causando preocupación en sus familiares. Un día después, los reportaron como personas desaparecidas porque no tenían respuestas telefónicas ni de ninguna índole, según los datos proporcionados a la Policía.

Las familias de Chávez, Zambrano y Arteaga se afanaban buscándolos. La mañana del miércoles 28 de agosto, un grupo de recicladores hallaron los  tres cadáveres. Los cuerpos habían sido abandonados en unas fundas plásticas en la vía que conduce hacia Las Canteras de Picoazá, en una de las entradas de la vía Manta - Rocafuerte.

Aquellos cuerpos fueron llevados al Centro Forense de Manta. La vestimenta y tatuajes ayudaron a las labores de identificación. Horas más tarde del hallazgo, los familiares los identificaron. Posteriormente los cuerpos fueron llevados a Chone donde los velaron en diferentes salas privadas y este jueves 28 de agosto, los sepultaron.

Las presunciones de los investigadores apuntan que los hombres fueron ultimados el mismo día domingo, por el estado de putrefacción en que se encontraban. Los cuerpos presentaban heridas de bala y señales de tortura

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