La vital arteria de transporte que conecta Quinindé con Esmeraldas está al borde del colapso. En el sector comprendido entre Cube y Chucaple, perteneciente a la ruta estatal E20, se ha detectado un deterioro alarmante: el 60% de la superficie asfáltica pende literalmente en el aire, visible incluso a simple vista.

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Los residentes locales, conscientes del peligro que esto representa, han tomado medidas preventivas instalando cintas de señalización para alertar a los conductores y prevenir posibles accidentes.

Sin embargo, las recientes lluvias torrenciales han exacerbado la situación, provocando que el socavón se expanda peligrosamente, amenazando con cortar el acceso a la provincia de Esmeraldas.

La ausencia de respuesta por parte de las autoridades competentes ha generado preocupación entre los habitantes y viajeros que dependen de esta vía. Quienes a diario transitan por esta vía han denunciado que el mantenimiento en otros tramos de la misma carretera ha sido abandonado, aumentando la sensación de desatención.

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“Hacemos un llamado urgente al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, así como a la Dirección Provincial de Esmeraldas, para que tomen acciones inmediatas para prevenir una tragedia”, aseguró Wilson Castro, dirigente del recinto Chucaple.

La comunidad espera que este aviso no caiga en oídos sordos y que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la conectividad de la región.

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