El año comenzó con angustia para las familias de los 21 pescadores del atunero Patricia Lynn, desaparecido desde el pasado 21 de diciembre tras zarpar del puerto de Manta, Ecuador. Este domingo 5 de enero, entre lágrimas y mensajes de súplica en pancartas, los familiares realizaron un plantón frente a la Capitanía del Puerto, exigiendo una búsqueda más exhaustiva y la intervención directa del presidente Daniel Noboa.

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“Estamos en zozobra. Los queremos vivos o, si no es posible, al menos sus cuerpos, pero ya no aguantamos más. Le pedimos al presidente de la República que intervenga en este caso”, expresó entre sollozos María Choez, familiar de uno de los pescadores.

Desde que se reportó la desaparición de la embarcación, las familias han vivido días de agonía, pasando las fiestas navideñas y de fin de año bajo carpas improvisadas cerca del puerto, enfrentando el clima y la falta de respuestas claras de las autoridades.

“Esto ya no es vida. No queremos más palabras, queremos acción. No se trata de 21 fundas de basura; son 21 vidas. Queremos que los encuentren con vida, pero si no, exigimos al menos los cuerpos para darles sepultura”, reclamó Ramón Delgado, padre de José Adrián Delgado, uno de los tripulantes desaparecidos.

Clamor por una búsqueda subacuática

Entre las principales demandas de los familiares está la utilización del buque Orión para realizar una búsqueda en las profundidades, ya que sospechan que el atunero pudo haberse hundido con la tripulación a bordo. Según los relatos, se han encontrado maletas, alimentos y otros objetos flotando en el mar, pero no hay rastro de los pescadores.

“Es hora de que se haga una búsqueda subacuática. En la superficie ya no hay nada. Aún tenemos esperanza, pero esta espera nos está consumiendo”, señaló Rosa Zambrano, allegada a otro de los desaparecidos.

Respuesta oficial pendiente

La Capitanía del Puerto de Manta anunció que realizará una rueda de prensa este lunes 6 de enero para informar sobre los avances en la búsqueda.

Mientras tanto, las familias permanecen firmes, unidas por el dolor y la esperanza de obtener respuestas. El plantón no solo busca presionar a las autoridades, sino también visibilizar la tragedia humana que enfrentan estas comunidades de pescadores.

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