Tuvieron que pasar ocho años para que haya otra oportunidad de una de las revanchas coperas más añoradas de Barcelona. De cuatro ocasiones oficiales, desde 2003, el actual campeón ecuatoriano apenas había pescado un empate sobre tres derrotas ante el Boca Juniors, salvo un antecedente de prueba el 20 de diciembre de 1981, cuando los toreros se impusieron 3-2 en el estadio Modelo, donde un apagado Diego Maradona jugó con la azul y oro en aquel anecdótico choque.

Aunque la historia ya tenía a un valiente Cuenquita como primer equipo en superar al club bostero en el Alejandro Serrano por la Libertadores de 2009, los xeneizes se han paseado por diferentes canchas ecuatorianas sin ser derrotados.

Pero la noche del pasado martes le tocó escribir una nueva hazaña al equipo canario, en un partido con un primer tiempo que más pintaba de amistoso ante un tibio visitante argentino. En la etapa de complemento el local prendió el acelerador e intentaba llegar con más peligro hasta que, al minuto 61, cayó el único tanto por medio del manabita Carlos Garcés, artillero canario de la temporada 2021.

Otro triunfo histórico que catapulta a Barcelona como líder absoluto en el grupo C del torneo internacional y que lo pone en carrera clasificatoria hacia la siguiente fase de la actual edición copera.