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Opinión
Editorial: Préstamo hipotecario
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social que por décadas se abrió como una suerte de ‘caja chica’ para superar determinados problemas económicos de los gobiernos de turno, abriendo créditos al Estado con la tasa de interés mínimo del 4%, en esta ocasión con el fin de mejorar su estabilidad y recomponer sus cuentas (sobre los más de 600 millones que al IESS le adeuda el fisco) ha dispuesto subir las tasas de interés en los créditos hipotecarios que concede a los jubilados que quieren sumarse a los programas de vivienda social adquiriendo a plazo inmuebles que cuestan hasta 90 mil dólares.
Se trata de un aumento que afecta directamente a los afiliados con menos recursos por un porcentaje que implica un alza de 6.7% que con el pasar de los años, durante los cuales se deberá pagar el préstamo hipotecario, se incrementará en decenas de miles de dólares. Esta situación, indudablemente, significa una merma a la capacidad de pago de una población de escasos recursos que quiere cumplir con el sueño de la casa propia.
El caso es que el IESS, tal como lo señalamos en un editorial anterior, viene sufriendo una grave crisis en su potencial económico por diferentes causas, entre ellas por el cuantioso capital que se le mermó durante el régimen pasado y por la cantidad de desempleados, que suman más de un millón, que han quedado desafiliados del organismo de protección social y que, por lo tanto, han dejado de aportar a la institución.