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Procesión de Viernes Santo en Saquisilí: Encuentro de fe y cultura
Con priostes y almas santas reflejan la rica herencia cultural y espiritual de la comunidad, en ciudad de Cotopaxi
El Viernes Santo se vive con una intensidad única en las calles del cantón Saquisilí, provincia de Cotopaxi. La comunidad se congregará para participar del ‘arrastre de las banderas’ o ‘caudas’, una antigua tradición cargada de simbolismo religioso y cultural.
Jóvenes solteros fueron escogidos como priostes para encabezar la procesión. Durante un año, estos hombres y mujeres se prepararon física y espiritualmente para asumir el honor y la responsabilidad de portar la bandera que representa el viacrucis de Jesucristo.
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Joselin Iza, una de las priostes escogidas para el acto de este año, expresó estar orgullosa de participar. “Esta es una tradición que siempre ha existido en Saquisilí. Como priostes, asumimos esta devoción con fe y responsabilidad. Para mí, como mujer, es muy importante haber participado, porque antes solo los hombres podían arrastrar la cauda. Hoy demostramos que nosotras también podemos”.
Desde otras provincias también llegaron visitantes. Claudio Shiguango, proveniente de Napo, vivió esta tradición por primera vez. “Es algo sorprendente. En la Amazonía no tenemos este tipo de costumbres religiosas. Esta experiencia ha fortalecido mi fe y me ha hecho reflexionar sobre la espiritualidad y el sentido de la Pascua”, manifestó.
Símbolos y significados en la celebración
Antes de iniciar la procesión, alrededor de las 11:00, los priostes se congregarán en la iglesia matriz del cantón para recibir los símbolos del priostazgo. El sombrero adornado que llevarán representa la interculturalidad del cantón (donde más del 75 por ciento de la población es indígena) y simboliza la conexión con sus raíces. En el pecho portan una llave, símbolo de la fe y la apertura del corazón a Dios.
El padre Luis Torres, párroco de Saquisilí, destacó la participación comunitaria. “Cada estación del viacrucis está representada por cuadros vivos, protagonizados por familias del cantón. Son expresiones singulares que debemos cuidar y fortalecer cada año”.
Patricio Viera, habitante del cantón, resumió el sentimiento de muchos: “Ser parte de esta ceremonia significa vivir los valores con los que crecimos. Es un acto de respeto a nuestra fe y cultura”.

Las almas santas inician recorrido
El evento comienza con la salida de las llamadas ‘almas santas’, figuras misteriosas vestidas con trajes cónicos que culminan en un arco similar a un bastón, adornado con flores de papel. Su origen no está del todo claro, pero su presencia agrega un halo de misticismo a la ceremonia.
Les sigue la banda de pueblo, que interpreta marchas militares antiguas, entonadas exclusivamente en Viernes Santo. El ambiente se carga de solemnidad mientras los priostes arrastran lentamente la cauda por las calles del cantón, rodeados por niños custodios que evitan que la bandera se enrede.
El arrastre solemne se efectúa por la tarde mientras se leen las Siete Palabras y se hace la adoración. Por la noche, la jornada culmina con el descendimiento del cuerpo de Jesús y una nueva procesión por las calles.
La procesión del arrastre de banderas en Saquisilí, que dataría del siglo XIX, no es solo un acto religioso, es una manifestación viva de identidad, memoria colectiva y fe.
En cada paso, en cada nota de la banda, en cada flor de papel, el pueblo reafirma su compromiso con las creencias que trascienden con el tiempo y las generaciones.
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