Con el inicio del proceso electoral para 2025 y la obligación de los partidos y movimientos políticos reconocidos por el CNE de inscribir sus binomios presidenciales, ha comenzado oficialmente la carrera hacia Carondelet.

Este arranque ha coincidido con denuncias de violencia política de género, irregularidades en la negociación de combustibles, solicitudes de fiscalización al hijo de un líder político, y disputas que han llevado a la ruptura de alianzas aún incipientes. Todo esto sugiere el tipo de contienda electoral que se aproxima. Paralelamente, los candidatos están desplegando ideas creativas en redes sociales para captar votantes. Sin embargo, estas estrategias a menudo priorizan la viralización sobre el objetivo principal: presentar propuestas concretas para abordar los problemas más apremiantes de la ciudadanía.

En lugar de centrarse en acusaciones y espectáculos efímeros, los candidatos deben proporcionar a los ecuatorianos información detallada sobre sus planes de gobierno. Esto incluye presentar propuestas concretas y un perfil claro de los ministros que integrarán su gabinete, abordando no solo la inseguridad, sino también otros problemas cruciales para el país. La responsabilidad del ciudadano, en este contexto, es fundamental; con la información adecuada, podrá tomar la decisión más acertada sobre quién debe liderar el destino de Ecuador.

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