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Opinión
Editorial: La justicia en las manos equivocadas
El caso Independencia Judicial pone en evidencia la magnitud del problema que atraviesa nuestro sistema de justicia
¿En qué manos estuvo el Consejo de la Judicatura? ¿En qué manos estuvo la administración de los juzgados y la disciplina de los servidores judiciales? Ver cómo algunos operadores de justicia convirtieron los tribunales en centros de lucro personal ha sido un claro incentivo para quienes vieron en el sistema judicial una oportunidad para obtener dinero ‘a vaca’, a costa de, por ejemplo, una supuesta defensa de la honra familiar, evitando la responsabilidad de enfrentar los tribunales. El caso Independencia Judicial pone en evidencia la magnitud del problema que atraviesa nuestro sistema de justicia.
Es raro, e incluso irónico, que aquellos con cuentas pendientes con la justicia ecuatoriana se atrevieran a buscar “justicia” en un sistema que, en el fondo, sabían que no les iba a ofrecer nada. Ahora todo tiene sentido. Solo bastaba con soltar un buen billete y la sentencia estaba asegurada. O, si no, presionar para conseguir acuerdos legales que daban vergüenza ajena.
Mientras esos elementos corruptos sigan al mando, los que se benefician del sistema podrido continuarán manipulando la justicia, como si fuera un juguete. Ante este escenario, la única salida es plantarse: denunciar, alertar, y hacer que otros también den un paso al frente. A la sociedad civil, le corresponde mantenerse vigilante. No hay otro camino hasta que, finalmente, la justicia esté en manos de personas decentes.