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Opinión

Editorial: ¿Y el trabajo de inteligencia?

Las falencias en las tareas de inteligencia, tanto para detectar actividades de organizaciones terroristas como para prevenir delitos comunes, se han hecho cada vez más evidentes

En un país donde la inseguridad se ha convertido en uno de los problemas más graves y preocupantes para los ciudadanos, la labor de las entidades encargadas de velar por la seguridad, como la Policía Nacional, parece estar lejos de cumplir con su misión.

Las falencias en las tareas de inteligencia, tanto para detectar actividades de organizaciones terroristas como para prevenir delitos comunes, se han hecho cada vez más evidentes. Un ejemplo claro de esto ocurrió el último feriado, cuando delincuentes ingresaron a una urbanización privada en Samborondón. Este tipo de hechos deja una sensación de impotencia entre los ciudadanos, quienes se preguntan: ¿dónde queda el trabajo de inteligencia que debería estar al servicio de la seguridad de los ecuatorianos?

Mientras sigan circulando por las calles y avenidas vehículos con vidrios oscuros, sin placas, y no existan controles adecuados en las paradas de buses, entre otras medidas, la delincuencia seguirá tomando ventaja sobre nuestras fuerzas del orden. Si las unidades de Policía siguen trabajando de manera aislada, sin la debida coordinación ni confianza mutua, la población continuará a merced de toda clase de criminales.

Y si las autoridades no dan el primer paso para cambiar su enfoque y entender las dinámicas del crimen organizado, la comunidad será siempre la víctima de este sistema fallido.