La energía que ha movido a los automotores desde que estos se inventaron y entraron en uso universal ha sido el combustible, es decir la gasolina que ahora se la expende en diferentes categorías, desde la súper a la extra. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, gracias a los avances de la tecnología se están produciendo ya desde hace un buen tiempo los vehículos movidos por la energía eléctrica que en nuestro país se han comenzado a utilizar, sobre todo, para la transportación pública citadina, esto es, colectivos, buses y articulados (la aerovía también será eléctrica), cuyos propietarios han optado por este ya no tan nuevo recurso para los motores habiéndose instalado en ciertos puntos del país la instrumentación que sirve para dotar de electricidad a los carros que diariamente transportan por calles y carreteras a miles de pasajeros.

Muchos taxistas han decidido usar este tipo de energía que constituye un ahorro significativo que va de los 15 dólares promedio que gastan en gasolina a los solamente 3 dólares que les cuesta la carga eléctrica.

En nuestro país en tres provincias se concentra la compra de carros eléctricos colaborando con la reducción de la contaminación del medio ambiente producida por las emanaciones que dejan los gases de gasolina de los motores.