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Opinión
Editorial: Beneficiarios de bonos
Los duros y dramáticos efectos de la pandemia del coronavirus, con más de cinco meses de duración, han provocado el aumento intenso de la tasa de desempleo, con cerca de un millón cien mil desocupados, que ha logrado que la miseria impere con más rigor en miles de hogares ecuatorianos que requieren de necesarias rentas mensuales para alimentación, vivienda, educación, etcétera. Ante tal situación el Gobierno Nacional, con la colaboración de créditos internacionales ha establecido estrategias que permitan seguir dando atención a las familias de manera integral, es decir en Costa, Sierra, Oriente y el territorio insular.
La meta que se ha impuesto el Gobierno es llegar a fin de año con un millón quinientos mil beneficiarios en el plan de bonos y pensiones que se han creado ante la emergencia. Se ha priorizado a 72 cantones donde existe un alto índice de desnutrición crónica infantil que podría seguir aumentando al no llegar a tiempo con la ayuda fiscal. Y son cerca de 8 mil familias inicialmente beneficiadas con la inversión de cerca de dos millones de dólares. Estas transferencias monetarias garantizarán un consumo para que gran parte del colectivo social no caiga en la miseria, el hambre y la desesperación.
Se trata, pues, de un desafío integral en el que sobre todo está trabajando el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ante la nueva realidad que el Gobierno está obligado a superar con un gran esfuerzo y rápidas inversiones.