A una semana de las elecciones en las que el pueblo ecuatoriano elegirá a sus nuevos mandatarios, escogiendo entre los dos binomios que quedaron finalistas, el de UNES y el de CREO-PSC, la campaña electoral que sirve para que los aspirantes al poder promocionen sus candidaturas exponiendo sus mensajes, ofertas y planes de gobierno, culminará el próximo jueves 8 de abril. Sin embargo, tales promociones ya no podrán hacerse convocando actos masivos, por las severas restricciones dispuestas por el COE nacional ante el violento rebrote de la pandemia de COVID-19, con un aumento del número de contagios y muertes.

Así, los aspirantes a la Presidencia de la República, Guillermo Lasso y Andrés Arauz, tendrán que dirigirse a sus partidarios y a la masa popular que aún no decide el destino de sus votos, no en manifestaciones callejeras, desfiles o mítines, sino en forma virtual, la radio y la televisión. La prohibición de eventos masivos precisamente en las ocho provincias más pobladas del país, con un prolongado toque de queda, limita la acción proselitista y le resta a la campaña electoral ese factor tan importante que es el de los mensajes directos y emotivos que se envían a las multitudes.

Por otra parte, la suma de votos nulos dispuesta por Pachakutik más el alto porcentaje de esa anulación de sufragios en los comicios del 7 de febrero pueden dar la más alta cifra del ‘anti-voto’ en la historia electoral del Ecuador.