El expresidente Rafael Correa, al elaborar la repudiada tabla de consumo mínimo de las drogas, impulsó a que se destruya toda una generación, lo que la ciudadanía la llama “década perdida”. Pero todavía podemos rescatar a esa juventud.

Debemos crear instituciones para drogadictos. Recordemos que el ser humano debe ser orientado para espacios de desarrollo, considerando que somos sujetos pensantes, que reconocemos la realidad objetiva y subjetiva, de la cual se da un proceso de pensar.

Es necesaria la participación consciente de los padres de familia, profesores y de todos quienes conformamos la comunidad educativa. Aún no es tarde para volver a empezar, preparando a la juventud. Ellos deben lograr una nueva sociedad, incluyente, más justa y humana.

Esperemos que sus compañeros de clases se estimen como si fueran hermanos, y los hermanos en el hogar se aprecian y deben considerarse amigos del alma.

En el campo educativo ciertos ministros de Educación que eran economistas más bien se encargaron de destruir la educación en nuestro país. Ahora estamos bien representados por el Dr. Milton Luna Tamayo. Todavía tenemos esperanza de cambio, porque está presente un educador dirigiendo dicho Ministerio. El Dr. Milton Luna en su trayectoria ha sido capacitador, investigador, facilitador, organizador de acciones educativas, de manera especial con la participación del movimiento ‘Contrato Social por la Educación’.

En todo caso, se debe hacer lo posible para derogar la tan repudiada tabla de consumo de drogas, pues a raíz de ella se multiplicó el consumo de drogas entre la juventud del país.